Sakura 桜

El sakura es algo que no entendí las primeras veces. Recuerdo los primeros años, cuando miraba los cerezos floridos con indiferencia, sacando alguna que otra foto. Me acuerdo como miraba con sorpresa la pasión con la que centenares de japoneses se acumulaban alrededor de los árboles a pasar el día. Después de muchos años soy uno de ellos, mi indiferencia se ha ido transformando en amor por el sakura. Supongo que es como el vino o como el chocolate amargo, es cuestión de aprender a apreciarlo.

No es solo una flor, es todo lo que ella representa. El cambio del frio al buen tiempo, de los cielos grisáceos del Tokio invernal a los cielos azules primaverales teñidos por el blanco del sakura. El gentío sonriente inundando calles y parques de la ciudad, haciéndote olvidar de la constante masa de hombres de negocios (salaryman) vestidos con trajes oscuros que llenan las estaciones a horas punta.

Aunque estaba esperando la llegada del sakura, me pilló desprevenido. No me lo esperaba tan bello. Me sorprende cada vez, no me acostumbro a ello. El problema es que me sorprende tanto su llegada, como su ida. Un día sales de casa y está todo florido, una semana después comienzas a ver los pétalos por los bordes de las aceras. Y cuando menos te lo esperas, las flores te dicen ¡sayonara! hasta la primavera que viene.

Estas son algunas de las fotos que he estado publicando en instagram las últimas dos semanas:

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sakura2

sakura3

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sakura5

sakura6

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Esta última ilustración surgió jugueteando con la aplicación Paper 53 en el ipad. Inspirado después de dibujar escribí un haiku. ¿Cual es vuestro haiku del sakura?

«青空に
さくらのシーツ
春が来た»

En el cielo azul,
una sábana de sakura,
la primavera llegó

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