El Zen de Steve Jobs, Kobun Chino Otogawa y Japón

Había leído iWoz sobre la vida de Steve Wozniak pero nunca había leído nada sobre Steve Jobs. Hace unos días me compré la biografía de Steve Jobs de Walter Isaacson y me encantó como está escrita, ¡es adictiva!

Estaba especialmente interesado en qué pasó en ese famoso viaje de Steve Jobs por la India. Resulta que los dos años que estuvo en la universidad pasó la mayoría del tiempo leyendo libros de religiones y filosofía oriental y comentándolos con su amigo Daniel Kottke. Cuando cumplió 19 años se cansó de la universidad y consiguió un trabajo de técnico en ATARI donde apenas trabajó unos meses. Se puso de acuerdo con Daniel Kottke y se marcharon de viaje los dos a la India en busca de sus «líderes espirituales».

No encontraron a ningún «líder espiritual» que les cautivara o les iluminara, la realidad es que se pasaron meses dando vueltas por la India en autobús. El evento más interesante del viaje fue cuando un monje Hindu se acercó a Steve Jobs con una navaja de afeitar y le dejó la calva al aire sin previo aviso.

¿Qué quedó contigo y con Steve después de volver de la India?
Visto con la perspectiva del paso del tiempo tengo la sensación de que pasamos mucho tiempo en autobuses llenos de gente yendo de Delhi a Uttar Pradesh

What did you and Steve take back from India that stayed with you?
It seems in retrospect that we spent a lot of time on endless long hot crowded bus rides from Delhi to Uttar Pradesh … De una entrevista a Daniel Kottke

A la vuelta volvió a trabajar unos meses en ATARI hasta que consiguió empezar a vender los primeros Apple I con Wozniak. Tan solo cinco años después Apple saldría a bolsa convirtiendo a más de 300 empleados de la empresa de la manzana en multimillonarios. Durante esos años, además de trabajar, Steve Jobs empezó a practicar meditación zazen en el San Francisco Zen Center, allí conoció al monje Kobun Chino Otogawa, el que sería su mentor y amigo durante el resto de su vida. Dicen que Steve Jobs era uno de los alumnos que más horas pasaba meditando y en ocasiones se tomaba unos días libres para ir a Tassajara (El primer templo Zen de Estados Unidos) a sentarse frente a una pared y observar la actividad de su mente durante semanas. A Steve le gustaba la idea de usar la mente para inspeccionar la mente. Usar la introspección para cambiar la forma en la que tu mente funciona, algo conocido en psicología como megacognición.

Kobun Chino Otogawa, nacido en Kioto, pasó los primeros 30 años de su vida en Japón, tres de ellos en el templo principal de la secta Sōtō Zen. A finales de los 60 se trasladó a Estados Unidos con la misión de hacer entender mejor el Zen en occidente. Aparte de la meditación zen, las especialidades de Kobun eran la escritura de poemas haiku y la caligrafía shodo. Todos sabemos que Steve Jobs era aficionado a la caligrafía, para él era muy importante que las letras en la pantalla de sus ordenadores fueran bellas.


El monje budista Kobun Chino Otogawa fue el mentor espiritual y amigo íntimo de Steve Jobs durante más de 20 años.

Kobun Chino Otogawa conoció a Steve Jobs cuando esté volvió de su viaje a la India. Para Kobun Chino Otogawa se convirtió en un discípulo aventajado y Steve encontró en él a un mentor al que admirar. Su relación duró más de 20 años hasta que Kobun Chino Otogawa muriera en el 2002. Antes de fundar Apple con Markkula y Wozniak, Steve Jobs estuvo considerando qué hacer con su vida, una de las opciones que más le llamaba la atención era dedicar el resto de su vida al Zen en exclusiva. En un momento clave de su vida, Kobun Chino Otogawa aconsejó a Steve lo contrario, le dijo que siguiera a su corazón, le dijo que «Encontraría el ZEN en la vida dedicándose con pasión a lo que le gustara», le dijo que «Podría seguir teniendo una vida espiritual mientras dirigía un negocio». A Steve le convenció y se embarcó en una aventura que le haría revolucionar varias industrias (ordenadores, telefonía, música…) a nivel internacional.


Una viñeta de Steve Jobs meditando.

Kobun Chino Otogawa estuvo presente en otro momento clave en la vida de Steve Jobs, fue el encargado llevar a cabo la ceremonia de la boda de Steve Jobs con Laurene Powell según el rito Sōtō Zen. Kobun fue como un padre para Steve, en la época de NeXT incluso le ofreció un trabajar para él pero Kobun solo aceptó un puesto como «Advisor». Kobun Chino Otogawa fue el «Advisor Spiritual» de la empresa de Steve Jobs hasta que fue comprada por Apple.


Kobun Chino Otogawa aplaudiendo con alegría instantes después de haber casado a Steve y Laurene.

El zen fue una herramienta fundamental para Steve Jobs a la hora de diseñar productos en Apple. Una máxima de Steve Jobs siempre fue simplificar al máximo, eliminar cualquier elemento que no fuera estrictamente necesario. El iPod, cuyo diseño simple, bello e intuitivo fue una auténtica revolución en su momento. Fue el primer producto de Apple que me compré, ahora mismo tengo cerca de 15 productos de Apple. Lo que más me gusta de usar productos de Apple es que en su conjunto tienden a simplificar y eliminar dolores de cabeza de mi vida haciéndome sentir capaz de ser muy creativo y productivo usándolos.


El iPod pone de manifiesto lo mucho que Steve Jobs apreciaba el zen a través de su simplicidad.

Steve conoció a Kobun Chino Otogawa a finales de los 70 pero no viajó a Japón por primera vez hasta principios de los 80. Tuvo que ir a Japón para buscar la unidad floppy más apropiada para el primer Macintosh. En ese viaje conoció por primera vez a Aiko Morita, el fundador de Sony y pudo probar en exclusiva uno de los primeros prototipos del Walkman, dispositivo que impresionó a Steve Jobs. Otra de las cosas que cautivó a Steve Jobs fueron las fábricas de Sony (Que emuló a la hora de montar las fábricas de Apple). Steve Jobs admiraba a Aiko Morita pero en muchas ocasiones puso a parir a Sony criticando el diseño tosco de sus productos. El primer Macintosh fue uno de los primeros ordenadores en incluir una unidad floppy de Sony de 3.5″.

Además de negocios, Steve Jobs aprovechó para viajar por Japón visitando Kioto y también Soto Zen Eiheiji, el templo donde se curtió su maestro Kobun Chino Otogawa antes de trasladarse a los Estados Unidos. Steve Jobs volvió a Japón muchas veces durante el resto de su vida, la mayoría de sus visitas fueron por trabajo pero siempre que podía se escapaba a Kioto, su ciudad japonesa favorita:


Steve Jobs visitando el Pabellón Dorado en Kioto

Steve Jobs siempre se alojaba en el Hotel Okura y le encantaba el sushi del restaurante de la planta baja. El Hotel Okura es el mismo en el que Aomame va a visitar al líder en 1q84 para ofrecerle sus servicios de masajes.

Summer random shots
Entrada al Hotel Okura, donde le gustaba alojarse a Steve Jobs cuando estaba de visita en el país del Zen.

Kobun Chino Otogawa, Aiko Morita de Sony, el Zen y Japón fueron una componente importante en la vida de Steve Jobs. Otro de los japoneses que Steve Jobs admiraba fue Issey Miyake. Un diseñador japonés muy centrado en buscar la elegancia a través de la simplicidad, con el que entabló una relación bastante personal y sería el responsable de crear el legendario suéter de cuello alto que lució Steve casi a diario durante los últimos años de su vida.

Vida espiritual, productos con diseños simples revolucionarios, zen, Japón, simplicidad, budismo, intuición, visión, atención al detalle… pero a la hora de la verdad resulta que Steve Jobs solía ser mal educado incluso con sus amigos siendo vengativo, traicionero, narcisista etc. Parece que Steve Jobs solo eligió ciertos valores del budismo que le convenían y se olvidó de que el budismo se basa en la empatía y la compasión. Me gustaría saber que opinión sincera tenía de él su maestro Kobun Chino Otogawa, seguramente le quería tal y como era, con sus defectos y con sus virtudes que le llevaron a crear la que es a día de hoy la empresa más grande del mundo por capitalización bursátil.

«No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; solo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Asi que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna forma en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Porque creer que los puntos se conectarán luego en el camino te dará la confianza de seguir tu corazón, incluso cuando te conduce fuera del camino trillado y eso hará toda la diferencia.» – Steve Jobs

«Again, you can’t connect the dots looking forward; you can only connect them looking backwards. So you have to trust that the dots will somehow connect in your future. You have to trust in something — your gut, destiny, life, karma, whatever. This approach has never let me down, and it has made all the difference in my life.» – Steve Jobs

Bibliografía:

7 años en Japón

Llegué con 23 y hace poco cumplí 30 años. Parece que fue ayer cuando llegué a este lugar que se me hizo tan ajeno y que ahora siento como mi hogar. ¿Japón se hizo a mi, o yo me hice a Japón? Cuando voy a España me siento raro en mi tierra y cuando vuelvo a Tokio me siento en mi salsa. Llegué siendo un niño y en Japón aprendí a vivir en el mundo de los adultos, podría haber sido en cualquier otro lugar pero por alguna razón fue aquí. No me puedo imaginar como sería mi vida ahora si nunca hubiera venido, supongo que también sería feliz pero mi realidad sería muy diferente.

Vi el mundo desde Asia, viajé mucho, visité lugares que sorprendieron a mi imaginación, aprendí un idioma que quizás cambió mi forma de pensar, viví en una de las ciudades más grandes del mundo que cada vez siento más pequeña pero que todavía me sigue estimulando con nuevas sensaciones. Trabajé y trabajo con el que trajo la WWW a Japón, con uno de los que trabajó en Sony en el equipo del Walkman, con gente sencilla que hizo y sigue haciendo cosas increíbles, con gente de la que aprendo cada día y me río con ellos a la hora del almuerzo.

El lugar y el trabajo definen gran parte de nuestras realidades pero lo que realmente marcaron mis años en Tokio fueron los amigos y amigas. Amigos que estuvieron de paso por Tokio, amigos que van y que vienen, otros que vienen a Japón solo porque quieren verme, amigos que hice en Tokio y que se fueron, amigos que hice en Suiza, en California, en Australia y otros rincones del mundo que luego vinieron a verme.

No hay nada que me ponga más triste que ver a personas queridas desaparecer de las fotos de grupo que nos hacemos en Tokio. Personas que justo cuando les empiezas a tener cariño dejan Tokio para seguir con el camino que eligieron para su vida y te ves obligado a empezar a echarlas de menos.

Veo las fotos de hace 6 años, veo las fotos de hace 3 años, veo las fotos de hace un mes y me encuentro con las caras de Yanis que vive ahora en Grecia, con Pierre que se fue a Paris, con Álvaro que está Nueva York, con Fer que se enamoró Singapur, con Ignacio que se fue a dar vueltas al mundo con su cámara, con Ema que se fue a Italia con los suyos, con Alain que se fue a surfear a Okinawa, con Koto que se fue a San Francisco, con Adriaan que se fue a Holanda huyendo de la radiación, con Xavi que estuvo unos meses en Tokio y luego se volvió a Bangkok, con Carlos que cada día me sorprende con sus emails desde Madrid, con Johan que se fue con su família a Suecia, con Sara que hace tan solo una semana estaba aquí con nosotros y ahora vive Manhattan…

No solo echo de menos su presencia en las fotos, también echo de menos sus conversaciones, sus chistes, sus sonrisas, sus preguntas, sus explicaciones, sus dudas, sus quejas… los admiro a todos ellos. Cada uno de ellos único, cada uno de ellos insustituible.

Son muchos los que vinieron y se fueron, pero también somos muchos los que seguimos aquí y otros nuevos que empiezan a compartir su camino con nosotros y nosotros con ellos. Somos una generación global, una família global, Internet nos hace sentir más cerca allí donde estemos pero los aviones siguen siendo igual de «lentos» que hace 40 años.

Una generación de aquellos que decidieron marcharse a perseguir sus sueños y a conquistar el mundo. Una generación que sabemos de todo lo bueno y excitante de vivir en una ciudad global como Tokio, Londres, Paris, San Francisco, Singapur o Nueva York, y que también sabemos el dolor que se siente cogiéndole cariño a personas que sabes que antes o después se irán al otro lado del océano.

A mi madre, que ya no sabe cómo decirme lo mucho que me echa de menos le prometo subirme más al avión para que me pueda ver en real en vez de através de una pantalla. A los que os fuisteis de Japón también os prometo ir a veros allí donde estéis, aunque tenga que dar varias vueltas al mundo, y a los que vinísteis a Tokio solo para verme también.

A toda mi familia, amigos y amigas que siento a mi lado por muy lejos que estén pero que en el fondo de mi corazón desearía que estuvieran aquí en Tokio conmigo o yo con ellos allí donde estén. A todos ellos les dedico estos 7 años en Japón, no fue Tokio, fueron ellos los que los que hicieron estos años tan especiales, fueron ellos los que me hicieron mejor persona. Os deseo todo lo mejor en el camino que tomasteis. ¡Gracias y hasta luego!

19.- Lo importante no es el lugar donde vivas sino la gente de a tu alrededor que comparte tu vida. Cuida de ellos todo lo que puedas. – De mi post de los 30 años

30 cosas que he aprendido en 30 años

En febrero cumplí 30 años. En japonés cuando pasas de los 30 entras en 三十路 (MISOJI) «El camino de los treinta». Durante estos 30 años he aprendido, desaprendido y reaprendido muchas cosas como cualquier otro humano.

A continuación 30 cosas que creo que he aprendido durante mi camino particular hasta los 30 años, lecciones que aprendí durante 22 años en España, 8 años en Japón y viajando por el mundo. Muchas de estas lecciones me las enseñó mi família, mis profesores, mi trabajo, mis amigos y esas maravillosas mujeres que conquistaron mi corazón en algún momento de mi vida, ¡va por vosotros y vosotras, gracias!:

1.- No criticar a nadie, no sirve de nada. En vez de centrarse en los puntos débiles de otros céntrate en sus puntos fuertes.

2.- No temas al cambio, es inevitable. Aprende a surfear sobre las olas de tu vida, disfruta de cada momento.

3.- La experiencia da perspectiva, calma y te ayuda a dar prioridad a lo que realmente es importante. Pero a veces es bueno ignorar tu «experiencia» y escuchar a tu intuición.

4.- Solemos sobreestimar lo que podemos conseguir en 1 año pero subestimamos lo que podemos conseguir en 10.

5.- El amor no hay que entenderlo, aprenderlo o desaprenderlo, simplemente hay que sentirlo.

6.- No tengas prisa pero da un paso cada día, por simple que sea. Disfrútalo como si fuera el último.

7.- Cuando sientas que hacer «lo correcto» no es lo mejor… ¡rompe las reglas!

8.- El TIEMPO es muchísimo más importante que el DINERO.

9.- ¡Equivócate! Es la mejor forma de aprender. Pero intenta no cometer los mismos errores más de una vez.

10.- Cuando te equivoques asume responsabilidad, discúlpate, pide perdón.

11.- No te comprometas con demasiada gente a la vez. Aprende a decir NO.

12.- No fuerces a otros para que hagan algo, inspíralos y espera.

13.- Cuando te caigas, levántate, cuanto más rápido mejor.

14.- Los «problemas» más difíciles de esta vida no se van a solucionar por mucho que los pienses.

15.- Elegir entre varias opciones, entre varios caminos, es una de las cosas más complicadas en esta vida. A veces no hay un opción buena o mala, una opción mejor o peor, pero tarde o temprano TIENES QUE ELEGIR.

16.- Es mejor amar y perder, que no haber amado nunca y preguntarte qué podría haber sido.

17.- Cosas que ahora mismo te parecen muy importantes-estresantes te pareceran tonterías con el paso del tiempo.

18.- Se flexible, resistente, adaptable y capaz de recuperarte con más fuerza que nunca, como el bambú.

19.- Lo importante no es el lugar donde vivas sino la gente de a tu alrededor que comparte tu vida. Cuida de ellos todo lo que puedas.

20.- ¿Vives para trabajar o trabajas para vivir? Ni lo uno ni lo otro. El trabajo es parte de mi vida, lo disfruto y me da felicidad.

21.- Se paciente, honesto, humilde (Eres uno más entre 7 mil millones), curioso, sincero, amable, prudente, respetuoso.

22.- La perseverancia es una de las cosas que más buenos resultados me ha dado hasta ahora, se paciente y disfruta del proceso más que de los resultados, los cuales tardarán años en llegar.

23.- No vale la pena arrepentirse, en algún momento de tu vida era lo que querías. Si alguna vez sientes algo de arrepentimiento será por cosas que NO hiciste más que por cosas que hiciste. ¡Hazlo antes de que sea demasiado tarde!

24.- Dar es MUCHO mejor que recibir.

25.- No tengas miedo.

26.- ¡Empieza ahora! No pospongas. Normalmente el primer paso es el más difícil de tomar.

27.- Todo terminará siendo un recuerdo. ¡Crea buenos recuerdos!

28.- Haz deporte.

29.- ¡Viaja!

30.- ¿No sabes que hacer con tu vida? No pasa nada, yo tampoco. Don’t worry be happy, and remember wear sunscreen

¿Qué habáis aprendido vosotros hasta ahora?

Anuncio de asesinato en 2 Channel

A principios de la semana pasada alguien con nickname «Mato» ( 殺す ) escribió en 2 Channel (El foro / BBS más visitado de Japón) que iba a matar a gente por la calle de forma indiscriminada cerca de la salida sur de Shinjuku el viernes a las 21:00h. El anuncio entró también de inmediato en Twitter y en prácticamente unas horas lo sabía todo Japón.

42 :Mato:2011/02/06(日) 15:51:35
El día 11 de Febrero a las 21:00h, en la salida sur de Shinjuku, cerca de donde paran los autobuses voy a matar a tres personas. El que no quiera morir que no se apunte al juego. Voy a ejecutar el plan pase lo que pase. Tengo unas ganas terribles de matar.

Ayer por la tarde, en la estación de Shinjuku, había más polícia y miembros de las «Fuerzas de autodefensa» (El ejército de Japón) que viandantes.

Afortunadamente lograron capturar al que escribió el mensaje en Internet antes de que matara a nadie.

¡Resultó ser un estudiante de instituto de 15 años! Todavía no se saben más detalles del arresto aparte de la edad del sospechoso.

Cambio de servidor

Después de cinco años estando alojado en los servidores de Eduardo Arcos (Hipertextual) he movido el blog a un servidor en JaguarPc. Me ha costado bastante trabajo moverlo todo, ¡decidme si todo funciona como siempre y a seguir blogueando!

Mil y una gracias a Eduardo Arcos que ha cuidado del servidor de este blog como a un hijo durante muchos años.