Las 36 lecciones que me han enseñado 36 años de vida

Acabo de cumplir 36 años, ya han pasado 13 años desde que llegué a Tokio, sin darme cuenta llevo más de un tercio mi vida aquí en Japón. El tiempo vuela como una flecha y la fruta vuela como una banana.

Los últimos años de mi vida fueron misteriosos. Encontré por primera vez ciertas barreras que por mucho que me esforzara por romper no pude con ellas así que estoy aprendiendo a aceptar que ciertas cosas son como son y en vez de intentar intervenir en ellas tenemos que ser nosotros los que cambiemos.

En el mundo online muchas veces solo vemos los éxitos de los demás. Todo el mundo me felicita al ver Ikigai en 32 idiomas, pero en realidad este es solo uno de los elementos de mi vida. Para conseguir un éxito pasé por decenas de fracasos, el truco está en levantarse cada vez te caes.

Una de de las grandes barreras con las que me he encontrado después de cumplir los treinta es mi larga lucha contra una enfermedad con la que tengo que convivir cada día desde que me despierto hasta que me voy a dormir. Esta batalla me ha enseñado a ver otros aspectos de la vida que no conocía y a apreciar mucho más el milagro que es estar vivo.

Estas son las lecciones que me han enseñado tanto mis éxitos y como mis fracasos durante estos treinta y seis años aquí en el planeta Tierra.

El tiempo de lectura de este blogpost es de unos 35 minutos, si lo prefieres, aquí tienes disponibles versiones para poder leer en tu lector de libros electrónicos favorito:

1 – No esperes a que los planetas se alineen, si quieres hacer algo, ¡hazlo ahora!

¡Hazlo! Da igual que salga mal. Casi todo aquello que dejamos de hacer en la vida es porque tenemos inseguridades o miedos. No quedar con cierta chica/o porque nos sentimos inseguros, no hacer ese viaje que llevamos años pensando en ejecutar porque tenemos miedo a quedarnos sin ahorros, no seguir con nuestro hobby favorito porque sentimos que no somos lo suficientemente buenos en ello o algo tan sencillo como no publicar algo en internet porque tenemos miedo a ser juzgados por los demás.

No esperes al momento perfecto, hazlo ahora.

2 – No dejes que el miedo te pare

¿Porqué dejamos de hacer algo? La respuesta a esta pregunta llevada a la última consecuencia suele ser: EL MIEDO.

Es una emoción que nos hace humanos, es imposible deshacerse de ella o evitarla. Pero lo que si que podemos hacer es aprender a detectar el miedo en el momento en el que extiende sus garras en nuestro subconsciente y desarrollar estrategias para lidiar con él.

¿Porqué no está avanzando este proyecto? ¿Porqué llevo años pensando en empezar un nuevo hobby pero nunca me pongo a ello? Cuando notamos que algo está congelado en nuestras vidas, si lo analizamos detenidamente, nos damos cuenta de que que detrás de ello suele estar escondido el miedo.

El miedo es una emoción primordial de los seres humanos que nos ayudaba a salir corriendo cuando aparecía un tigre. El miedo hacía que nos escondiéramos en nuestra caverna y en consecuencia sobreviviéramos a los peligros de la sabana.

Pero hoy en día no nos va a comer ningún tigre si salimos al escenario a tocar la guitarra o si publicamos fotos en nuestro red social favorita. El miedo raramente es una ventaja para sobrevivir, lo contrario, es un enemigo que se camufla en nuestra mente disfrazándose en forma de excusas, procastinación, evitar algo o a alguien, autosabotaje, falta de confianza en uno mismo, incertidumbre ante el futuro, inseguridades …

¡Aprende a detectar el miedo en todas sus formas! Cuanto antes lo detectes antes podrás tomar acción para contrarrestar sus efectos.

No dejes que el miedo te lleve a esconderte en la caverna, o el equivalente en nuestra sociedad actual, que sería tirándonos cómodamente en nuestro sofá viendo Netflix.

PD: Netflix mola, pero con moderación ?

3 – Simplifica ¡tonto!

Todos caemos en trampas que terminan liándonos y conforme pasan los años los efectos de esas complicaciones se acumulan.

Simplifica tus relaciones sociales, reduce los objetos que posees quedándote con lo esencial, no llenes tu agenda de compromisos, simplifica la forma en la que viajas centrándote en disfrutar de un lugar en vez de intentar ver mil cosas en dos días…

Una de las formas más sencillas de simplificar consiste en eliminar aquello que no te haga sentir bien.

Cada vez soy mejor eliminando pero todavía tiendo a añadir complejidad innecesaria en muchos aspectos de mi vida por eso SIMPLIFICAR sigue siendo mi objetivo número uno en la lista de propósitos que escribo que escribo cada año.

4 – Ante dos opciones, elige la que te aporte más opcionalidad

Si aparecen dos caminos en tu vida y tienes que tomar una decisión difícil, elige la que más opcionalidad te aporte.

Con opcionalidad me refiero a “dejar las puertas abiertas”. Pedir un crédito elimina opcionalidad y añade obligaciones. Vivir de alquiler añade opcionalidad porque puedes cambiar cuando quieras si estás a disgusto. Estar especializado en un solo tipo de trabajo elimina opcionalidad, saber hacer muchas cosas añade opcionalidad.

Pero claro, es cuestión de balance, si somos extremos aplicando esta máxima parecerá que estamos siempre huyendo de todo compromiso.

Encontrar el equilibrio entre opcionalidad y compromiso en el que te sientas a gusto es clave para ser feliz. Ese balance es diferente según la persona.

En mi caso, soy una persona que tiende mucho a elegir opciones que me comprometen. Por eso he tomado la decisión consciente de intentar elegir a partir de ahora caminos que me den más opcionalidad de cara al futuro.

Cuando se te presenten dos caminos elige el que te de más opcionalidad.

5 – Si no te hace sentir bien, ¡elimínalo!

Yo soy una persona que tiende a racionalizar todo en términos de optimización y utilidad, suelo analizar y pensar como un ingeniero: “¿Qué utilidad podría tener este objeto para mí en el futuro? .

De Marie Kondo aprendí que lo más fácil es coger un objeto en tus manos y sentir. No hay que pensar, ni racionalizar, simplemente hay que sentir. Si el objeto no te hace sentir bien, elimínalo de tu vida.

La estrategia de Marie Kondo para limpiar la casa de ropa, objetos y libros que no te hacen sentir bien también se puede utilizar para cualquier aspecto de nuestras vidas. ¿Vives en un lugar que no te hace sentir bien? ¿Tienes un trabajo que te agobia o aburre? ¿Una oficina que no te gusta?

6 – El entorno en el que nos encontramos condiciona nuestro estado emocional

El entorno, lo que nos rodea, lo que vemos, los olores y los colores, las personas con las que nos relacionamos; todos los elementos que nos rodean nos condicionan mucho más de lo que creemos. Yo solía ignorar este aspecto, autoconvenciéndome de que era lo fuerte y que podía con cualquier cosa sin importar nada más. Algunas personas son buenas sintiendo, otras tenemos que entrenar este aspecto para aprender a detectar mejor aquellos detalles de nuestro entorno que no nos están ayudando nada emocionalmente y cambiarlas.

¿Cuando eras adolescente tenías posters en la habitación con tus héroes y te hacían sentir bien? ¿Porqué no los tienes ahora?

Está demostrado que el color verde aumenta el rendimiento de empleados en oficinas. Pon una planta en tu escritorio.

¡Analiza tu entorno y mejóralo!

7 – Di que SÍ solamente si es algo que motiva cada fibra de tu ser. Si lo dudas, simplemente responde con un NO.

Si alguien te ofrece participar en un trabajo, un proyecto, una aventura, un hobby, una fiesta, un viaje o simplemente para ir a tomar un café, considera primero si lo que sientes los primeros segundos después del ofrecimiento.

Si tu reacción interior inmediata es: “¡Sí, quiero apuntarme!”. Adelante, es algo que seguramente disfrutes. Responde con un rotundo e implícate disfrutando de la aventura.

Pero si tu reacción interior del estilo “Parece interesante…" o "Seguramente lo pase bien pero no es algo que me apasione…", lo mejor es responder que NO.

Esta es una estrategia que se puede ir cambiando según la época. A veces pruebo a decir que SÍ a todo lo que me propongan, cuando hago esto suelo generar caos en mi vida pero también surgen “serendipias” extrañas que no sucederían de otra manera.

Por lo general yo diría que desde los 20 hasta los 30 hay que decir que SÍ a casi todo, incluso a cosas que quizás no nos apetezcan mucho. Es una época de la vida en la que hay que incrementar caos y probabilidades de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Es el momento de buscar oportunidades y apuntarse a todo tipo de experiencias.

De los 30 a los 40 mi estrategia está cambiando, estoy siendo más selectivo,

me gustaría decir que SÍ a más cosas pero me doy cuenta que el tiempo que tengo es limitado y mis niveles de energía son menores que cuando tenía 25.

Es el momento de seleccionar lo que verdaderamente nos apasiona.

8 – Di que SÍ y luego ya verás como te las apañas para aprender a hacerlo

Esta la aprendí de Richard Branson que dice en inglés “If somebody offers you an amazing opportunity but you are not sure you can do it, say yes – then learn how to do it later!”. Que se podría traducir como "Si alguien te ofrece una oportunidad increíble pero no estás seguro si podrás hacerlo o no, responde con un sí – ¡ya aprenderás como hacerlo después!"

No debemos dejar pasar grandes oportunidades que queremos perseguir simplemente porque no estamos seguros si daremos la talla o no. A veces se nos olvida que todo ser humano fue en su momento un niño o niña que no sabía nada del mundo y que tuvo que aprender a base de exponerse a retos cada vez mayores.

Si sientes que no tienes las habilidades necesarias para cumplir con una misión apasionante que se te está pidiendo, no te preocupes: primero acepta y luego ya aprenderás sobre la marcha.

9 – Una hora en el mundo real con una persona vale más que un año de chatear.

Cuando fui la última vez a España, de repente me di cuenta que tenía a toda la familia metida en Whatssap. Incluso mi madre se sacaba el teléfono cada dos por tres para entrar a chatear con sus amigas. Es algo que me hizo pensar y reflexionar sobre la frialdad de la comunicación vía texto. Llevo chateando desde que tenía 12 años y me conecté por primera vez al IRC, más de dos tercios de mi vida comunicándome con otros seres vivos por escrito.

De niño me apasionaba la sensación de poderme comunicar con desconocidos de todo el mundo desde mi habitación. Ahora, cada vez aprecio más hablar con personas en el mundo real sin las distracciones de lo digital.

Quizás no conteste a todas tus preguntas via email o chat, pero si me invitas a tomar un café será un placer conocerte.

10 – Pasa tiempo de calidad con amigos y familia

Mis métodos favoritos para pasar tiempo de calidad con queridos es dar paseos. También ir a tomar el café o quedar a comer y que la sobre mesa se alargue tanto que termine en cena. Compartir hobbies o experiencias como por ejemplo un viaje también son formas excelentes de compartir tiempo que vale oro con familia y amigos.

A veces nos vemos tan envueltos en nuestras obligaciones y pasan meses sin darnos cuenta de adonde fueron. Para asegurarnos de que esto no suceda lo mejor es planificar por adelantado viajes, experiencias y celebraciones con nuestros queridos. Este tipo de pausas dentro del ajetreo son la mejor píldora anti-ansiedad que pueda existir.

11 – No somos ni tan buenos como nos dicen, ni tan malos como nos dicen.

Esta la he aprendido por experiencia directa. He publicado varios libros que han vendido bastante bien. Es muy difícil, como escritor, saber si de forma objetiva escribo bien o mal. Al principio asumía que escribía mal. “Es imposible que yo, un ingeniero veinteañero sepa escribir” me decía a mi mismo.

Pero luego resultó que mi primero libro vendió bien y a mucha gente le gustó. Llegué a la conclusión de que al menos era legible y entendible lo que explicaba.

Cuando recibía elogios sentía que era bueno en lo que hacía: analizar, observar y explicar la sociedad japonesa. En cambio, cuando recibía críticas sentía que era malo escribiendo sobre Japón.

Luego aprendí a controlar mejor mis reacciones ante las opiniones de los demás y llegué a la conclusión de que ni soy tan bueno como dicen los demás (los que me quieren o me idealizan) y tampoco soy tan malo como dicen (los que me critican).

Cuando nos importan demasiado las opiniones de los demás es difícil tener una visión clara y objetiva de lo que somos. Es importante escuchar lo que nos digan para no perder contacto con la realidad pero también también nos tenemos que escuchar a nosotros mismos.

Nuestros egos suelen saltar de un lado al otro de la línea de división del Síndrome del Impostor (Incapaz de reconocer tus propios logros) y el efecto Dunning-Kruger (Sentimiento ilusorio de superioridad). Cuando notes que estás cayendo en uno de los dos bandos corrige, poco a poco serás más bueno reconociendo tu verdadero potencial.

12 – No hagas algo simplemente para aparentar o para complacer a los demás

Parece fácil, pero muchas veces nuestro entorno, lo que nuestra familia espera de nosotros, lo que nuestro grupo de amigos más cercano cree que somos condiciona nuestra toma de decisiones.

Todos nos hemos encontrado en un situaciones en las que no hemos estado a gusto. Cuando reflexionamos sobre lo que sucedió para llevarnos a situaciones amargas muchas veces nos damos cuenta de que simplemente lo que hicimos fue todo consecuencia de intentar satisfacer expectativas de otros.

Es más, a veces te das cuenta que haces algo porque es lo que tú supones que va a satisfacer a otros. Esto es algo que aprendemos de niños para satisfacer a nuestros padres y esta tendencia se extiende al resto de nuestras vidas adaptándonos al entorno satisfaciendo a nuestros jefes haciendo cosas que van en contra de nuestra brújula moral interna.

O haces algo porque es lo que tú crees que los demás verán en ti y te admirarán por ello, o te querrán más por ello. Pero luego te das cuenta de que a esos otros resulta que les importa un pepino lo que tu hagas.

¿Somos los seres humanos lo que pensamos que otras personas piensan que somos y actuamos en consecuencia a ello?

No hay nada que me halague más que cuando un amigo me dice: "Tú no eres así" . Significa que estoy cambiando o simplemente que no me estoy adaptando a los modelos mentales que ellos tienen de mí. Eso es bueno, es sano que haya una discrepancia en lo que somos y lo que los demás piensan que somos.

No actúes para satisfacer a otros, actúa porque hay pasión dentro de ti.

Para evitar caer en este tipo de falacias mentales suelo seguir la máxima de Richard Feynman: "¿Y a ti que te importa lo que otros piensen?" “What do you care what other people think?”

PD: esto no es excusa para convertirse en un gilipollas actuando como un imbécil haciendo daño a los demás.

13 – No dejes que el dinero controle tus emociones, y tampoco al revés

Tus emociones controlan tu dinero y también se puede ver al revés: el dinero controla tus emociones. Si se entremezclan emociones y dinero puede convertirse en un estrés que no nos deje dormir.

Nuestro instinto animal asocia el dinero a uno de las necesidades humanes fundamentales: la seguridad de que vas a sobrevivir. Eso es lo que siente nuestro subconsciente pero al fin y al cabo el dinero es un número almacenado en una base de datos en algún ordenador del mundo asociado a tu nombre.

He conocido personas con ese número tan alto que tienen varias vidas solucionadas pero quieren tomar café conmigo para pedirme consejo sobre cómo ser feliz, también conozco a personas cuyo número es tan pequeño que no saben si podrán pagar el alquiler de este mes para seguir estando aquí en Tokio pero son tan felices que me contagian el entusiasmo por vivir.

Si tu subconsciente considera que ese número es suficiente para cubrir tus necesidades te sientes seguro y emocionalmente con energía para ser creativo y emprender nuevas aventuras en la vida.

Si por el contrario consideras que ese número no es suficiente para cubrir tus necesidades te sientes inseguro y tu pirámide emocional se comienza a derrumbar. Pensamientos de este tipo delatan inseguridades: "¿Porqué narices no me suben el sueldo ya de una vez?", "¿Porqué perico de los palotes cobra más que yo y hace la mitad?", "¿Tendré suficientes ahorros para pagar la educación de mi hijo?" o "Esta lechuga cuesta 15 céntimos más que el mes pasado".

Fijaos que hablo de cubrir nuestras necesidades. A veces es cuestión de ser conscientes de cuales son nuestras necesidades para sentirnos ricos o pobres. Muchas veces necesitamos mucho menos de lo que creemos.

En mi caso, mirado en retrospectiva, cuando tenía 23 años y acababa de llegar a Japón cobrando de becario me sentía más rico de lo que me he sentido jamás. Mis necesidades eran mínimas.

Si no sientes control sobre tu dinero, él pasa a tener el control sobre ti. Y cuando el dinero toma el control solemos tomar decisiones irracionales usándolo.

Sentirte rico o pobre es un estado emocional.

14 – Da las gracias y se agradecido con el estado actual de tu vida

No solo hay que dar las gracias verbalmente a nuestros queridos y gente de nuestro alrededor que nos ayuda, también hay que agradecerlo desde nuestro interior.

Es bueno recordarnos cada día lo afortunados que somos por tener todo lo que tenemos: salud, relaciones personales, familia, personas que nos quieren, lugar donde dormir, o simplemente recordar que:

¡estamos vivos!

La práctica diaria de ser agradecidos con lo que tenemos ayuda a combatir la inevitable adaptación hedónica que nos hace querer siempre más y más, muchas veces olvidándonos de lo afortunados que somos con lo que ya tenemos.

El primer paso para aprender a ser feliz en el presente es siendo plenamente conscientes de lo que tenemos.

15 – Tener problemas es sinónimo de estar vivo

Suena fácil dar las gracias por todo cuando las cosas van bien pero no lo es tanto cuando ciertos eventos hacen que todo descarrile.

Los problemas, desgracias, enfermedades, accidentes y cosas no yendo según lo planeado son inevitables. Pero podemos elegir la forma en la que nos sentimos y manejamos estos problemas, esta es la clave que marca la diferencia entre una persona de éxito y una que se deja inundar por emociones negativas.

El estoicismo nos da muchas herramientas para manejar nuestras emociones cuando se presentan situaciones problemáticas que no podemos controlar y a tomar el mando cuando tenemos el control.

La mayoría de las veces no tenemos ningún control sobre problemas gordos que nos ocurren pero lo que podemos elegir siempre es nuestra forma de reaccionar ante ellos.

Sé sabio cuando estés respondiendo a problemas que tengan el potencial de amargarte la vida, transforma los problemas en retos.

16 – Busca el equilibrio entre certidumbre e incertidumbre

Demasiada incertidumbre nos estresa, pero demasiada estabilidad y certidumbre nos aburre. El balance entre certidumbre e incertidumbre para ser felices varía según la personalidad de cada persona.

Yo soy una persona a la que le gusta mucho llevar una vida rutinaria y predecible, pero cuando llevo mucho tiempo en modo rutina comienzo a sentir apatía y necesito algo o alguien que genere incertidumbre en mi vida. Mi forma favorita de añadir incertidumbre es juntándome con amigos más caóticos que yo y que me hagan salir de mis zonas de confort.

Uno de los capítulos de Ikigai trata sobre como equilibrar estos dos ingredientes para tener unos niveles de estrés sano adecuados.

17 – Observa lo que las personas hacen, no lo que dicen

Las palabras se las lleva el viento. Lo que decimos los seres humanos muchas veces no se corresponde con lo que hacemos.

Todos hemos conocido al típico se hace el sabiondo hablando de las maravillas de lo que está haciendo y lo que va a conseguir pero al cabo de meses te das cuenta de que no ha hecho nada. También conocemos a los que no dicen nada públicamente y de repente están consiguiendo aquello que habían soñado.

Admiro a aquellos que sin decir demasiado hacen cosas increíbles. También admiro a los que dicen algo aparentemente imposible, lo hacen público y luego se ponen en marcha, ejecutan y convierten lo imposible en real. Pero sospecho de los que hablan mucho sobre lo que van a hacer y conseguir pero luego no ejecutan.

Hay una expresión en japonés que me gusta mucho: 不言実行, que significa “ejecutar sin decir nada”. Y otra similar que es: 有言実行, que significa “decir algo y ejecutar acorde con tus palabras”.

¿Qué tipo de persona eres tú? ¿Cumples con tu palabra o ejecutas sin hacer alardes?

Yo soy más de “ejecutar sin decir nada” 不言実行. Por supuesto, como buen ser humano también me emociono a veces hablando demasiado y luego no cumplo.

18 – Tus héroes no tienen superpoderes

Conforme he ido desvirtualizando a mis héroes me he ido dando cuenta que somos todos seres humanos, con nuestros defectos y virtudes. Cuando he hablado con ellos he aprendido que el éxito nunca llega de repente, siempre hay años e incluso décadas de esfuerzo antes de llegar a convertirse en profesionales o héroes en cualquier área.

Con héroe no me refiero necesariamente a la fama o éxito, me refiero a ser una persona de valor que en su comunidad y entorno es admirada, querida y emulada por los demás.

Hay héroes escondidos en nuestra familia, en nuestros amigos, en nuestro entorno de trabajo, en los libros que leemos, en las películas que vemos, en nuestros sueños, en la historia de la humanidad…

Es bueno tener siempre a personas a las que admirar y de las que copiar virtudes pero no pierdas de vista que lo que consiguieron se lo tuvieron que ganar.

19 – Abre tu corazón y muestra tus vulnerabilidades para conectar con los demás

Me fascina la evolución de las amistades. Es algo misterioso, da la sensación de que van y vienen porque cada uno está siguiendo el camino de sus vidas pero en realidad, los amigos siempre están ahí, no se van.

También he aprendido que las amistades más sinceras son aquellas en las que se comparte tanto lo bueno como lo malo. Abrir el corazón es la clave, si sientes que puedes abrir tu corazón es porque confías en la otra persona y viceversa.

Sospecho de aquellos que solo cuentan lo bueno y maravilloso de sus vidas.

20 – Es mágico tener amigos que estén contigo muchos años

Hay algo mágico en estar acompañado por amigos durante diez, veinte o treinta años. Me he comenzado a dar cuenta que la amistad tiene muchas fases y ciclos.

No es lo mismo los primeros meses de juergas con un grupo de amigos que compartir aventuras y desventuras durante media vida.

Con el tiempo tus amigos pueden llegar a conocerte mejor que tú a ti mismo: ¡escúchales!

Si tus amigos crecen, tu también creces.

Si tus amigos son felices, tu también eres feliz.

21 – No dejes que lo urgente invada lo importante

Todos caemos en esta trampa a diario cuando las prisas nos persiguen. A la hora de tomar decisiones suelo preguntarme: ¿Es más importante responder estos tres emails o dedicar una hora concentrado a terminar X?.

Muchas veces sentimos que responder esos tres emails es algo urgente y que podemos terminar en 15 minutos. El problema es que después de esos 15 minutos nos llega un mensaje al móvil, y luego una llamada y luego otro email. Al cabo de unas horas nos da la sensación de que hemos conseguido muchas cosas pero en realidad no hemos avanzado nada en LO IMPORTANTE.

Para que la bola de nieve de lo URGENTE no me arrastre desde primera hora de la mañana, suelo empezar mis días dedicando una hora a los IMPORTANTE antes de abrir el email y similares.

22 – El cambio es inevitable, progresar y mejorar es tu elección

El cambio, el paso del tiempo, es inevitable 諸行無常, tenemos que aprender a aceptarlo. Es algo que está fuera de nuestro control, es inevitable.

Como individuos tenemos que aprender a surfear en este universo siempre cambiante. Las olas que vamos a tener que afrontar puede que no sean favorables pero lo que sí que está bajo nuestro control es ser la versión mejor de nosotros cada día.

El cambio y el paso del tiempo es inevitable. Sacar lo mejor de nosotros mismos creciendo cada día está bajo nuestro control.

Mejorar y progresar es sinónimo de estar vivo.

23 – Sé la mejor versión de ti mismo cada día

Paso a paso, sin prisas, pero siempre intentando mejorar cada día. Usa esta máxima para cualquier aspecto de tu vida que quieras mejorar: deporte, dieta, relaciones personales, trabajo, dinero. Compara estos aspectos con tu yo del pasado, nunca con los demás.

No compitas con los demás, compite contigo mismo.

Aprende algo nuevo cada día.

24 – Tu estado fisiológico afecta a tu estado mental

Estar en forma, sano y descansado, afecta a cómo nos comunicamos con los demás. También influye en nuestra capacidad de toma de decisiones, a nuestro optimismo y a cómo nos sentimos al interactuar con nuestro entorno.

No solo estar en forma es clave, también lo es comer bien y llevar una vida que combine tiempo de ocio y relax con trabajo.

Si llevas semanas trabajando sin descanso, comiendo de mala manera, peleándote con tu jefe y llegando a casa poniendo mala cara a tu familia terminarás cayendo en un estado reactivo en el que sientes que cualquier persona que te habla te está atacando. No son las personas las que te están agrediendo, es tu estado emocional el que está creando la sensación dentro de ti dándote la sensación de que todo el mundo es tu enemigo.

Dicen que Bill Clinton cuando tenía que negociar algún líder internacional algo importante se aseguraba de que al llegar a Estados Unidos durmiera bien, comiera en cantidad y se recuperara del jet lag antes de pasar a la negociación en la Casa Blanca.

Mens sana, in corpore sano.

25 – No escondas tus emociones, ¡exprésalas!

Los introvertidos caemos repetidamente en la trampa de esconder nuestras emociones en nuestro interior. Nos cuesta compartir hablando con los demás.

Si te cuesta compartir hablando, también hay otras formas de dejar emerger nuestro estado emocional desde el interior hacia el exterior. Una de ellas es expresándonos via arte: dibujando, pintando, escribiendo, programando, con la música…

Un hobby con una componente artística te ayudará a equilibrar tu estado emocional. Yo elegí la fotografía.

26 – Tu pasado no define tu futuro

Cuando llevamos muchos años haciendo lo mismo nos encasillamos en la sensación de que somos X, pero en realidad no hay nada que nos impida ser Y.

En mi caso llevo 26 años programando ordenadores, me da la sensación de que soy un programador pero en realidad esto no me impide escribir libros o sacar fotos. Escribir libros tampoco me define como escritor para el resto de mis días.

Mi futuro, nuestro futuro, siempre se puede redefinir.

Uno de mis héroes, Jonathan Ive dice: “Para crear algo genuinamente nuevo, hay que empezar otra vez. Con gran fuerza de voluntad se puede desconectar del pasado” “To create something that’s genuinely new, you have to start again, and I think with great intent, you disconnect from the past”.

Steve Jobs, mentor de Jonathan Ive, también era consciente de que el pasado se puede convertir en una carga, no solo a nivel personal si no a nivel de consciencia colectiva dentro de la empresa. Lo primero que hizo cuando volvió a Apple como CEO fue donar todos los ordenadores viejos y prototipos de productos al museo de Stanford. Limpió las oficinas del pasado y empezó desde 0 a crear el futuro.

Si crees que eres X, y lo sigues creyendo dentro de ti nunca llegarás a ser Y. Lo que CREES que eres te pone barreras, los fantasmas de tu PASADO te limitan. Tienes el poder cada momento de REINVENTARTE avanzando hacia lo que quieres ser en EL FUTURO.

27 – Mantén una mentalidad de principiante. Keep a beginners mind.

En japonés tenemos la palabra shoshin, que se escribe: 初心. El primer carácter 初 significa "principio" y el segundo 心 significa "corazón". Se refiere a la actitud de tener siempre el corazón abierto y dejar aparte prejuicios o ideas preconcebidas.

Al principiante le fascina encontrar patrones y similaridades en todo aquello que aprende. El maestro raramente se sorprende con nada, ya se lo sabe todo, o mejor dicho: siente que lo sabe. Si estás perdiendo tu capacidad de sorprenderte quizás es el momento de adoptar shoshin 初心: corazón de principiante.

Cuando llevamos tiempo dedicándonos a algo nos empezamos a creer que somos buenos en ello. Esta sensación de poderío y confianza en nuestras capacidades es buena siempre y cuando no nuble nuestra capacidad para juzgar nuestro trabajo y para seguir progresando en lo que hacemos.

Revisar lo que hacemos con una perspectiva de principiante nos ayuda a estar siempre mejorando.

Me fascinan las personas que llevan décadas dedicándose a algo pero siguen preguntando como si fueran niños queriendo aprender y entender con profundidad cada detalle de su oficio.

No te creas que sabes algo. Cuestiona siempre los fundamentos. Repite ejercicios que llevas años sin hacer. Como decía Einstein: enseña a otras personas y si no eres capaz de explicárselo a un niño de cinco años significa que todavía no lo entiendes.

Para mantener una mente de principiante:

  • Aprende cosas nuevas cada día
  • Reaprende cosas que pensabas que ya sabías pero mirándolas desde otras perspectivas.

"En la mente del principiante hay muchas posibilidades, en la del experto hay pocas" – El maestro del Zen, Suzuki.

"Necesitamos sentirnos un poco perdidos, físicamente o intelectualmente, al menos una vez al día" – The Bed of Procrustes, Nassim Nicholas Taleb

28 – La suerte es preparación encontrando oportunidad

Estar en el momento adecuado en el lugar adecuado ayuda con la suerte pero lo fundamental es estar preparado para cuando la oportunidad se presente.

Es más, yo diría que estar preparado atrae oportunidades.

Cuanto más preparado estamos más nos ayuda a ser ávidos y detectar oportunidades cuando se presenten.

29 – Aprende practicando y juntándote con gente mejor que tú

Yo era muy de aprender a base de leer libros, pero con el tiempo me he ido dando cuenta que se aprende más rápido a través de la práctica. También es fundamental juntarse con gente mejor que tú, aunque no te enseñen directamente aprenderás por osmosis.

Si quieres aprender a tocar un instrumento musical, tócalo todos los días y júntate con gente que lo haga mejor que tú. Observa a músicos mejores y copia lo que hacen.

Copiando y emulando: así es como se ha transmitido la mayor parte de la cultura durante milenios antes de que existiera la imprenta. Los seres humanos estamos diseñados para copiar comportamientos.

“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí” – Confucio

30 – Tu estado emocional da color a todas nuestras experiencias.

No es lo mismo lo que está pasando “realmente” que lo que nosotros percibimos. Y tampoco es lo mismo lo que percibes tú y lo que interpreta otra persona. Cada uno, según el momento, según el lugar, según nuestro estado emocional, interpretamos las cosas de una forma u otra.

Si te sientes bien, te gustará lo que hagas aunque en teoría sea una tarea aburrida. Si te sientes mal, odiarás lo que hagas aunque sea lo más divertido del mundo.

Para explicar esto me gusta mucho el experimento del café frío y el café caliente. A los sujetos los dividieron en dos grupos: al grupo A le dieron café caliente, al grupo B le dieron café frío. Sin saber nadie que el café es parte del experimento.

Les pidieron que calificaran la personalidad de la persona desconocida para ellos que les había dado el café. Los que recibieron el café caliente calificaron las personalidades como: “agradable”, “sociable” y “amigable”. En cambio, los que recibieron el café frío calificaron a la persona que les había servido el café como: “fría”, “distante” y “desconfiada”. La conclusión es que la temperatura del café condiciona las emociones de las personas y la forma en la que perciben a los demás!

Filósofos de la antigüedad hasta nuestros días se preguntan si es posible desapegarse de las emociones y percibir el mundo tal y como es. Pero parece que no hay nada ni nadie que sea 100% “objetivo”, ¿excepto quizás las matemáticas?

Las emociones nublan el mundo, sé consciente de ello, observarlas y notarlas te ayudará. Utilízalas a tu favor. La práctica de la meditación nos ayuda a ser mejores detectándolas cuando aparecen.

Tu estado emocional se proyecta en tu entorno. Si es malo, los demás lo notarán y te rechazarán, si es bueno los demás lo notarán y te querrán.

31 – Dar más que recibir

Cuanto más das, más recibes. No me refiero a objetos o cosas de de valor, también me refiero a favores, ayudar emocionalmente, elogiar a los demás, dar nuestro tiempo a otros o simplemente escuchar.

Según el libro Dar y Recibir, las personas nos podemos clasificar en tres tipos: los que dan todo el rato (givers), los que balancean dar y recibir (matchers) y los que solo reciben (takers).

Cada tipo de estrategia tiene sus ventajas evolutivas, por ejemplo, ser un taker te ayuda a sobrevivir eliminando la competencia. Ser un taker es una estrategia buena en ambientes corporativos donde apuntarse los éxitos de los demás te hará subir la escalera corporativa rápidamente (al menos a corto plazo).

Aunque parezca a simple vista que a los takers les vaya bien en nuestra sociedad capitalista, la conclusión de muchos estudios es que a largo plazo las personas que son givers, las que dan mucho más que reciben, son las que tienen más éxito en la vida. A largo plazo los takers terminan cayendo.

Yo creo que estoy en el espectro de matchers, los que balanceamos dar y recibir, pero quiero cambiar un poco la balanza para ser más giver a partir de ahora.

32 – Estar en flow es uno de los grandes placeres de la vida

El Flow / el fluir, es el estado en el que las personas entran cuando están inmersas en una actividad y nada más importa. La experiencia en sí misma es tan agradable que las personas la seguirán haciendo aunque tengan que sacrificar en otros aspectos de la vida, solo por el hecho de hacerlo.

¿Qué tipo de actividades te hacen entrar en flow? ¿Tu trabajo? ¿Jugar a las cartas con los amigos? ¿Subir montañas? ¿Esquiar? ¿Navegar? ¿Tocar el piano? ¿Dibujar? ¿Programar? ¿Escribir? ¿Soldar circuitos?

Analiza y piensa qué tipo de actividad te hace perder la sensación de paso del tiempo y te hace olvidar que tienes que comer o dormir. Una vez detectes lo que te haga entrar en estado de flow dedícale más tiempo a ello.

En el libro Ikigai, dedico un capítulo entero a explicar con detalle técnicas para mejorar nuestra capacidad para entrar en el estado del fluir / flow.

33 – Deja de hablar sobre cómo es una buena persona, simplemente sé una buena persona – Marco Aurelio

Marco Aurelio fue emperador de Roma y posiblemente el hombre más poderoso en su época. Sabía lo importante que era liderar dando ejemplo.

Lo admirable de Marco Aurelio es que el poder no se le subió a la cabeza y escribía en su diario cada día reflexionando sobre la condición del ser humano y cómo ser mejor persona. Sus reflexiones son intemporales, cuando leo a Marco Aurelio me siento transportado en espacio y tiempo.

"Deja de hablar sobre cómo es una buena persona, simplemente sé una buena persona" – Marco Aurelio

“Todo lo que oímos es una opinión, no un hecho, Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad” – Marco Aurelio

34 – Somos animales irracionales

Tendemos racionalizar todo lo que hacemos o lo que nos sucede. Buscamos explicaciones y nos contamos historias a nosotros mismos u a otros que parecen tener una lógica interna pero en realidad la mayoría de los eventos de nuestro entorno están fuera de nuestro control y son totalmente irracionales.

Ser conscientes de lo sensibles que somos a caer sesgos cognitivosnos puede ayudar darnos cuenta de lo engañados que estamos continuamente por nuestros sentidos y nuestro cerebro que intenta encajar todo en una explicación congruente. Pero la mejor solución es ser conscientes que en general todo es mucho más irracional de lo que creemos y que lo mejor es sentir las emociones, el lenguaje corporal, las miradas y actitud de los demás para realmente “entender” a un nivel más innato lo que sucede a nuestro alrededor.

La mayoría de las decisiones que tomamos los seres humanos son puramente emocionales: comer, dormir, sexo, hablar o ignorar a alguien, escuchar un tipo de música u otra, ayudar a alguien o ignorarlo para irse a tomar un café con otra persona, escapar al refugio de nuestro smartphone porque nos cae mal alguien que está sentado/a en la mesa…

Escucha tus emociones.

Acepta tu propia irracionalidad y también la de tu pareja, la de tus amigos y la de tus queridos.

La gran mentira de nuestros tiempos: intentar racionalizar y explicar con historias fabricadas aquello que es inexplicable e irracional.

Sentir >>> Racionalizar lo irracional

35 – Rutinas y sistemas son más importantes que los objetivos.

A todos nos pasa que escribimos una lista de propósitos de año nuevo y al cabo de unas semanas nos damos cuenta de que no estamos cumpliendo con los objetivos que listamos.

Normalmente lo que escribimos son metas y objetivos pero no definimos los pasos que necesitamos tomar para llegar a cumplirlos.

Es bueno marcarse objetivos pero para implementar verdadero cambio en nuestras vidas lo más importante es definir rutinas, hábitos y sistemas que nos ayuden cada día estar cada vez más cerca de cumplir nuestros propósitos.

Lista tus objetivos pero también especifica y visualiza los cambios que vas a hacer en tus hábitos y rutinas diarias.

Por ejemplo:

  • OBJETIVO: perder 10 Kg.
  • SISTEMAS: definir una dieta concreta que vamos a llevar a cabo, escribir la lista de la compra y recetas que vamos a cocinar para cumplir con la dieta, establecer tres días y horas concretas a la semana en las que vamos a ir al gimnasio. Cuanto más detalle añadamos en esta sección de sistemas mejor, tipo de ejercicio que vas a hacer etc.

Si no te sientes confortable con los sistemas que hayas definido cámbialos, adáptalos, no estés a disgusto, añade recompensas para reforzar los buenos hábitos, pero no dejes de tener sistemas que te acerquen a tus objetivos cada día. Lo que suele pasar es que a mitad de camino nos hartamos de ir al gimnasio y de seguir una dieta demasiado rígida y enviamos a la porra todo lo que nos habíamos propuesto hacer. Si notas que te estás hartando manipula los sistemas para estar cómodo con ellos.

Los hábitos controlan nuestras vidas. Cuanto más consciente de tus hábitos malos y buenos seas mejor. Si aprendes a tomar el control sobre ellos con sistemas y rutinas te darás cuenta de que entrarás en piloto automático y cuando menos lo esperes habrás llegado a tus metas y tendrás que ponerte nuevos objetivos más ambiciosos.

Otra de las cosas que he notado cuando doy prioridad a los sistemas sobre mis objetivos es que consigo mucho más de lo que me había propuesto y me doy cuenta de que los objetivos que me había puesto inicialmente me limitaban más que otra cosa.

Para acordarme cada día de este punto me gusta decirme a mi mismo en inglés: "Systems over goals".

36 – Solemos sobreestimar lo que podemos conseguir en 1 año pero subestimamos lo que podemos conseguir en 10.

Mi consejo es que antes de los 30 hay que apuntar muy alto, todo lo que podamos. No hay nada que perder.

Solemos sobreestimar lo que podemos conseguir en un año, pero subestimamos lo que podamos conseguir en diez años. Si pudiera volver atrás en una máquina del tiempo apuntaría mucho más alto de lo que hice.

No hay que tener miedo a tomar riesgos y caer, porque visto en perspectiva esos son siempre los momentos de mayor aprendizaje.

Tus sueños tienen que ser mucho más grandes que tu pasado.

Yo tengo grandes planes para mis próximos 10 años, ¿y vosotros?

RECUERDA SONREIR Y DISFRUTAR EN TODO MOMENTO. Y TAMPOCO TE TOMES MUY EN SERIO TODO LO QUE ACABO DE DECIR.

AMOR 愛 LOVE

Héctor García, 25 de Febrero de 2017, Tokio.

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25 respuestas a «Las 36 lecciones que me han enseñado 36 años de vida»

  1. Yo también tengo mis planes para los próximos diez años pero sólo los comparto con mi mujer porque también es necesario alguien que te escuche y te apoye. Pero es cierto que hay que hacer más y decir menos. Por si acaso repetiré cada día para no olvidarme eso de «Systems over goals» 😉

    Lo de llevar una enfermedad es un problema nuevo al que adaptarse. Espero que no sea nada grave y que puedas vivir la vida lo mejor posible. Yo también tengo un problema de salud que me condiciona el día a día así que puedo entenderte perfectamente porque me ha hecho replantearme muchas cosas de la vida.

    Un placer leer tu entrada con las nuevas anotaciones, siempre me llevas a aprender algo nuevo y a hacerme pensar muchas cosas.

    saludos ^_^

  2. Parece que siempre publicas este tipo de entradas en el momento exacto en que me planteo un cambio importante. Me he quedado con lo de «Tienes el poder cada momento de REINVENTARTE avanzando hacia lo que quieres ser en EL FUTURO». Me viene al pelo esa frase. Tengo que aprender también más a actuar en lugar de pensar o decir lo que me gustaría hacer.
    Aprovecho para felicitarte por tu 36 cumpleaños y también para darte las gracias, compartidas con Zordor, porque hace un año aproximadamente, a través de una charla en «The geek and the friki» que tocó temas como los que has mencionado aquí, empecé a plantearme temas que antes ni había imaginado, y a día de hoy siento que estoy dando pasos para, al menos, intentar cumplir sueños que siempre estuvieron en mi mente.
    Un saludo!

  3. Hola Hector, la verdad que te leo hace años, y nada, siempre es muy grato leer lo que escribes y aprender de tus aprendizajes ( ¿ aprenception ? ), no queria dejar de comentarte para darte fuerza con la enfermedad que te esta aquejando y felicitarte por tu cumpleaños! Gracias por todos esos puntos invaluables y a seguir viviendo! 🙂

  4. Me gustó muchísimo leer todas las lecciones. Son maravillosas. Solo tengo un cierto reclamo que tal vez es solo mi percepción, y es que siento que consideras un poco los 30 como el declive y no se me hace justo ?. Un abrazo!!

  5. Hola Kirai,

    primero de todo felicitarte por este nuevo cumpleaños, y agradecerte el compartirlo con nosotros en forma de lecciones, pues cada año cuando las leo haces que reflexione y piense sobre cosas que quizás nunca me he planteado. Por ello gracias.

    Espero como dice Zordor que sigas enseñandonos y compartiendo tu forma de ver la vida por muchos años, porque eres alguien que ilumina a quienes les rodea.

    Un saludo y gracias de nuevo por ser como eres.

  6. Hola Hector, son muy interesantes todos los puntos que comentas, gracias por compartirlos.

    Comentarte una cosa, los links correspondientes a libro electríco (EPUB) y el correspondiente a PDF, están intercambiados.

  7. Con 42 años, casado y con dos niños, uno de 6 años y otra de casi 2, trabajando más de 20 años por un sueldo misero menor al de un mileurista, en una empresa reconvertida de fotómecanica a pequeña imprenta digital, con dos hernias discales que me dejan de vez en cuando tumbado en una cama, o con una pierna jodida,… me digo, ojalá hubiera tenido tantas luces como tú en mi juventud, ojalá hubiera tenido las cosas tan claras para saber lo que me conviene y no me conviene.

    Sin duda leer de vez en cuando estas cosas, hace que nos dejemos de mirar el ombligo y observar con otros ojos el mundo que nos rodea, al menos por un rato.

    Gracias de verdad 😉

  8. Un abrazo enorme desde que te conocí en IRC pasando por todas las fases y redes sociales durante todos estos años. Déjate ver para ese café. Abrazoooo!

  9. Un fuerte abrazo, te sigo desde hace mucho tiempo, felicidades por tu 36 cumpleaños y por tu lección de filosofas de la vida .
    Yo, con muchos mas años que tu, creo que en un momento de dudas existenciales me ha servido de mucho

  10. Hola Hector, como siempre es toda una inspiracion leerte. Les pase a mis sobrinos lo que escribiste
    hace tiempo sobre la perseverancia , lo tenia guardado de cuando mi hijo iba al instituto y empezo a seguir tu Blog, tu estabas ya en Japon. Como todos los mejores eres un clasico, tu Blog no tiene
    desperdicio desde el principio hasta el final. Feliz cunpleaños, aunque sea con retraso.

  11. Me encanta leerte siempre, realmente me inspiras. Con respecto a tu enfermedad espero que no sea algo muy grave, pero te recuerdo que la primera vez que te leí, nos contabas el momento exacto en que vivías el terrible terremoto en Japón, recuerda que ese dia pensabas que seria el ultimo en tu vida…y aun te sigo leyendo, vivo! 🙂 Un gran abrazo!!!

  12. Hola Héctor , te sigo hace años pero hoy recordé tu web por qué me siento pésimo , y leer este post pu s , me ayuda a tratar de mejorar mi situación actual , ya falta poco para mis 30 y comparado contigo no he hecho nada , aunque igualmente me das fuerzas para seguir adelante .
    Te deseo éxito en todo o que te propongas , salud y felicidad para cada día de tu vida .
    Gracias .

  13. A mis 37 años, sólo puedo decirte q felicidades y no dejes de pisar el acelerador. Los padres nos marcan lo q debemos hacer hasta que acabamos los estudios. La sociedad toma el testigo después para decir lo que una persona de bien debe hacer. Siguiendo esa senda uno alcanza la mediocridad más estandarizada (mediocridad entendida como pertenecer a la media).
    Salirse del camino marcado implica recibir críticas y las consecuencias de no pertenecer a la mayoría. Si se consigue resistir hay opciones de conseguir llegar donde pocos llegan. No nos engañemos, hay quien no lo consigue y vuelve al grupo con el fracaso a cuestas.
    Salirse de la media implica directamente conocer a más gente cómo tú, lo cual es una ayuda a largo plazo. Ir dónde poca gente va brinda oportunidades impensables cuando uno no puede más que sobrevivir en su entorno y da una perspectiva de la vida que, francamente vale la pena el esfuerzo.
    Personalmente no coincido contigo en cuanto a la edad. Para mí, los 30 han sido la época cuando he desplegado mi capacidad, con más fuerza y ganas q a los 20. Y espero realmente la época de los 40 para continuar poniéndome a prueba. Es cómo un efecto bola de nieve conforme abarcas cosa que no te creías capaz de hacer, te ves con fuerzas de intentar el siguiente paso.
    Obviamente, quien apuesta fuerte asume un riesgo. Siempre está la posibilidad de un accidente, una enfermedad o un imponderable que lo trunque todo … pero si pasa esta situación, se afrontará cuando llegue y después, con la experiencia adquirida será más fácil salir adelante.

    Me gusta pasarme de vez en cuando por tu blog a ver lo que cuentas, es refrescante. Ánimo con todo y sigue adelante con ello XD

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