En la primera parte del artículo sobre la economía japonesa hicimos un repaso a la economía de este país desde el final de la guerra hasta los años noventa. Vimos que los últimos 50 años de Japón han estado marcados por dos booms económicos: el Izanagi a finales de los 60 y el Heisei a finales de los 80, y una gran crisis en los años 90. En este artículo vamos a analizar un poco más la crisis de los 90 y la actual recuperación económica que es lenta pero «segura». Actualmente Japón lleva desde el 2002 en expansión, estamos en el periodo expansivo más largo desde la segunda guerra mundial. ¡Buenas noticias! el problema es que el ritmo de crecimiento es muy lento y la gente sigue siendo pesimista después de una década de crisis, el consumo interno está por los suelos.
Durante el periodo Izanagi las exportaciones fueron la base para hacer crecer la economía. En cambio el boom Heisei se basó principalmente en un espectacular incremento del consumo interno porque los japoneses tenían muy buenos salarios, mucho dinero extra y desdeaban vivir mejor. Este incremento del consumo interno hizo que Japón tuviera que importar mucho, procesar y crear nuevas tecnologías y luego venderlas a los japoneses para que vivieran mejor. Todo fue bien mientras duró el boom, los sueldos seguían creciendo etc. Un compañero me cuenta como a finales de los ochenta te subian el sueldo cada año, la empresa te pagaba el alquiler de la casa, contrataban gente nueva cada pocos meses (Durante los años 90 tuvieron problemas para ir echando gente a la calle), también me cuenta la anécdota de que en su empresa cada mañana tenían fruta fresca por las mañanas para desayunar.
El problema vino a principios de los noventa cuando ciertos movimientos en la bolsa comenzaron a quebrar la confianza de las grandes corporaciones (Que estaban bastante endeudadas en esos momentos), los sueldos dejaron de subir y como consecuencia el consumo interno comenzó a bajar. El resultado fue que la balanza se desequilibró totalmente, en 1992 Japón tenía un exceso de oferta, este exceso ha logrado ser superado por la demanda nuevamente en el 2005 (¡Más de 10 años para conseguir equilibar la balanza!). Otra de las razones más importantes es que Japón siguió funcionado durante los años 90 a base de políticas proteccionistas que no dejaban la entrada de capital extranjero librementente, estrategia que les había funcionando muy bien durante la época de la guerra fría pero que con las nuevas reglas que comenzaban a gobernar el mundo global los métodos tradicionales japoneses tuvieron un efecto muy negativo en su economía. En el año 2000 cambiaron ciertas leyes y se abrieron por fin las puertas a empresas de fuera, comenzó a entrar capital de bancos de inversión estadounidenses (y otros países) y en el 2001 Japón comenzó a levantar cabeza. Durante los años de crisis los sueldos siguieron bajando, los tipos de interés bajaron hasta llegar a niveles de 0.algo% (El otro día pregunté por curiosidad en mi banco, qué interés se le estaba aplicando al dinero de mi cuenta, la contestación fue: 0.0125%. Desde luego no me voy a forrar guardando mi dinero en un banco japonés 🙂 ), los precios bajaban y bajaban…
Las bajadas de tipos y las nuevas medidas que ayudaron a que el mercado japonés se abriera más al nuevo mundo global parece que surtieron efecto. En el 2001 el PIB subió un 0.1% y el porcentaje se fue incrementando hasta el 2007 con un 2.7%. Actualmente el PIB crece a un ritmo anual entre el 2% y el 3%, el desempleo se sitúa entorno al 4%, los beneficios de las empresas suben, desde hace poco se han implantado nuevas leyes que ayudan a la creación de nuevas empresas (¡Ahora mismo, se puede crear una sociedad en Japón con tan solo 1 yen de inversión inicial!), la deflación parece que está desapareciendo aunque el gobierno aun no lo hace oficial (Mi sensación es que los precios están congelados desde hace un par de años), la debilidad del yen está ayudando a las exportaciones (esto no es del todo bueno) etc. ¡Parece que Japón va bien!
Pero no, siguen habiendo nubes sospechas que minan la confianza de los japoneses. Los sueldos siguen bajando, desde el 97 han bajando más de un 10% como media. El salario medio japonés se situá ahora mismo en unos 2.700$ al mes, en Tokyo el salario medio es algo más alto y ahora mismo está en unos 4.200$ (Algo más de 3.000 euros) al mes de media. Salarios relativamente bajos comparados con los de hace unos años, con lo que la gente sigue reacia a consumir, el «nivel de ansiedad pública» (Un índice utilizado por el Asahi Shinbun) sigue subiendo y el «indice de confianza del consumidor» se desploma. ¡A las empresas les va bien pero la a gente no! Una de las consecuencias es que el reparto de la riqueza se está empezando a desequilibrar por primera vez desde hace décadas, la gente no confia en el gobierno, no confía en el sistema de pensiones, la población está envejeciendo a gran velocidad y el gobierno no tiene un plan concreto para solucionario. ¡Además, Japón ahora mismo está más endeudada que nunca!
Para terminar os voy a dar algunos datos económicos de Tokyo, una ciudad en la que llevo viviendo dos años y medio y que no deja de impresionarme cada día. En Tokyo hay más tecnológicas que en Silicon Valley, el PIB del área de Tokyo es mayor que el de toda España y es la ciudad con mayor número de empresas en el Fortune 500 de todo el mundo. En Tokyo hay 52 empresas en el Fortune 500 por delante Paris con 27 y New York con 24.
Como podéis ver, la economía japonesa está creciendo pero hay ciertos puntos negros que todavía no se han logrado resolver.
