Shimokitazawa con adornos escolares

El barrio de Shimokitazawa en Tokyo lleva unas semanas con adornos escolares en las farolas de sus calles comerciales. Son dibujos hechos por los alumnos de una escuela de primaria de la zona que cumple 80 años. Algunos son bastante curiosos y resultones, mi preferido es el de Mario:

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En Japón no se da propina

Ayer Martin Varsavsky comparaba las jugosas propinas estadounidenses con la propina española, comentando que es una de las causas por las que el servicio en la hostelería española es tan malo. Los empleados, además de estar mal pagados apenas ganan dinero extra con las propinas, en cambio en Estados Unidos un porcentaje muy elevado del sueldo de los empleados de hostelería lo obtienen de las propinas y el servicio en general es mejor que el español.

También comentaba que en Japón tienen el mejor servicio del mundo, conozco pocas personas que viajen más que Martin Varsavsky, así que habrá que creerle porque ha recibido/sufrido el servicio al cliente de muchos lugares. Aun teniendo el mejor servicio al cliente del mundo, no hay propinas. Una de las razones es que los empleados están bastante mejor pagados, dentro del precio que pagas en un restaurante o taxi se supone que la «propina» ya está incluida. Creo que ya lo he contado en alguna ocasión pero os lo vuelvo a contar aquí, resulta que una vez me dejé una moneda de 1 yen del cambio y salí de la tienda, cuando ya estaba en la esquina llegando a la siguiente calle vi que un empleado venía corriendo a darme mi yen. Aprendí que en Japón nada de propinas.

Propinas aparte, lo del servicio al cliente aquí es algo impresionante. En Japón si eres el cliente eres como un rey, todo son reverencias, caras sonrientes, preguntas en todo momento por si necesitas algo, el japonés que utilizan para hablarte es «honorífico» etc. Aquí cuando tratan con un cliente, aunque sea la primera vez, lo tratan igual que a un cliente de toda la vida. Saben/intuyen que el que viene por primera vez se podría convertir en un cliente de por vida.

Me quedo con el sistema japonés, el estadounidense tampoco está mal pero lo de tener que calcular el porcentaje de la propina cada vez que tienes que pagar (incluso si pagas con tarjeta de crédito) me parece muy cansado.

Copiando, adaptando, asimilando y mejorando – Parte 3

Esta es la última parte de la serie de artículos sobre la forma que tienen los japoneses de copiar y asimilar:

Normalmente los seres humanos, ante algo nuevo creado por alguien que no es de nuestro grupo lo solemos ver como una amenaza que podría desestabilizar nuestro entorno. Esta es una característica común, algo que debe estar en nuestros genes. Lo que no es común a todos es la forma de reaccionar ante esta amenaza. Unos simplemente rechazan continuamente lo que venga de fuera y se aíslan, otros se dedican a conquistar-invadir el mundo con su cultura o incultura, otros buscan un punto intermedio. En el caso de Japón es una mezcla del primer y segundo tipo, son bastante proteccionistas y eligen muy minuciosamente aquello que creen adecuado y lo integran en su vida diaria. Este proceso de copia-integración de lo mejor de cada cosa tiene incluso una palabra en japonés, se dice iitoko-tori (良いとこ取り), que significa literalmente “coger las cosas buenas”. Suena bien, pero yo creo que los japoneses son demasiado extremos, son pocas las cosas que dejan entrar en su forma original, el arte sí lo respetan y dejan que invada Japón sin ser alterado, por ejemplo, las películas de Hollywood nunca son dobladas, siempre se proyectan con subtítulos y las voces originales. Pero lo que son negocios e inversiones extranjeras casi todo es absorbido por corporaciones japonesas no dejando espacio a la entrada de inversores extranjeros, es algo de lo que se quejan muchos empresarios a la hora de entrar en el mercado japonés. Uno de los casos más conocidos es el de Vodafone, que después de intentar buscar un hueco en Japón durante varios años no pudieron y dejaron que Softbank se hiciera con el control de la empresa.

En los años 80 occidente se solía quejar de que Japón copiaba y luego invadía el mundo con sus productos. Hoy en día es China la que copia e invade el mundo. Pero hay una ligera diferencia, Japón añade siempre su grano de arena a lo que importa. Mientras que China se ha ganado fama de simple “imitador”, en el momento en que China pase de la fase de simple “imitación” a la fase de “adaptar y mejorar” (que ya está pasando en ciertos lugares como Hong Kong, Shangai o Beijing), se convertirá en una de las naciones más innovadoras del mundo y en la primera economía mundial.

En occidente tenemos impreso en las neuronas que copiar es malo por definición, a veces somos una cultura con demasiados valores absolutos. En cambio en Asia en general son muy pocos los valores absolutos que reinan la vida diaria, lo cual también es un problema, ya que les cuesta demasiado decidirse o hacer afirmaciones rotundas. No suelen tener opiniones fuertes y aunque vean algo que está mal no opinan de forma directa y pública por miedo a ser rechazados de su grupo, es una sociedad colectivista y muy poco individualista.

El aprendizaje a base de repeticiones de un patrón es muy común en la cultura japonesa, desde la caligrafía de los complicados caracteres del japonés hasta deportes tradicionales como el karate se aprenden a base de repetir katas (Patrones). Al practicar un kata lo que pretendes es copiar con la máxima precisión un kata platónico perfecto. La vida diaria de los japoneses está llena de katas, patrones que copian y repiten. A veces se echa en falta un poco de variedad, te atienden igual en una tienda en el sur de Japón que en el norte a más de mil kilómetros de distancia, usan exactamente las mismas palabras para atenderte, te hacen la misma reverencia cuando pagas y te cuentan el cambio de la misma forma (Sí, hay una forma de contar el cambio a “la japonesa”). Mucha homogeneidad, quizás demasiada, dentro del país, ya que todos copian lo que se considera como ideal.

Robar una idea, copiar con mala intención sin aportar nada, hacer una imitación y hacerla pasar por algo propio, por supuesto que también está mal vistos en Japón. Por ejemplo, una empresa que desarrolle un teléfono móvil con pantalla táctil, con un diseño externo propio, creando su propio sistema operativo para el móvil con una interfaz original propia etc. Esta empresa estaría copiando a la japonesa ideas del iPhone o de teléfonos de Nokia. Pero una empresa que crea un móvil con una forma casi igual a la del iPhone, pantalla táctil, añade una copia muy similar a la interfaz de usuario del iPhone etc. Está imitando y no está innovando nada. Hoy en día lo de menos es “crear”, el que gana es el que sabe venderse mejor, el que sabe juntar todo lo que ha “copiado” en un producto final original que venda.

“Copiar (en el sentido japonés) no es tan malo”, ese era mi mensaje. Podríamos aprender algo de ellos y copiar buenas ideas que veamos fuera, adaptarlas a nuestra cultura y disfrutarlas para hacer de nuestra vida una vida mejor y no ser simplemente pasivos dejándose invadir por cosas que quizás no sean tan buenas. En el mundo de los blogs, y en Internet en general ya hemos aprendido y usamos mucho el método de “copiar” a la japonesa 😉 La cultura de la copia en la sociedad de la información ha dado lugar a licencias como «Creative Commons», que son mucho más “japonesas” que la clásica licencia de mentalidad occidental “Copyright”.

Cerdo ibérico japonesizándose

En esta entrada, añado un último ejemplo a los que expuse en la segunda parte de «Copiando, adaptando, asimilando y mejorando».

Incluso el cerdo ibérico, está sufriendo el típico proceso de asimilación Japonés. Desde que se abrieron las puertas a la entrada de productos derivados del cerdo ibérico (Hace unos tres años) son muchas las empresas españolas que han conseguido abrirse un hueco en el mercado japonés. Pero también son muchas las empresas japonesas que se han dado prisa en aprovechar la oportunidad y han comenzado a adaptar el jamón y el lomo a sus gustos. ¡Hace poco comí una hamburguesa de cerdo ibérico por primera vez en mi vida en un restaurante de Yokohama! Trajeron el “invento” de la hamburguesa de Estados Unidos, el “ibérico” de España y lo mezclaron. También he probado ramen con chaashuu de lomo de cerdo ibérico, gyoza y nikuman relleno de carne cerdo ibérico, shabushabu de jamón serrano entre otras carnes y chanko con carne de cerdo ibérico. En tan solo tres años en Japón he probado más recetas cuyo alguno de sus ingredientes es carne de cerdo ibérico que en toda mi vida en España.

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Lomo de cerdo preparado para añadir a «ramen».

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El shabushabu es un plato típico japonés al que parece ser que le va muy bien la carne de cerdo ibérico.

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El rebozado del centro está relleno de lomo de ibérico. Lo demás es todo tradicional japonés.

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Otro ejemplo de shabushabu con varias carnes, entre ellas «iberiko buta» (cerdo ibérico)

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Hamburguesa de «iberiko buta».

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Y más shabushabu con ibéricos.

Otro ejemplo lo de plato tradicional japonés con carne de cerdo ibérico lo podéis ver en Motomachicakeblog donde Javi cuenta su experiencia comiendo “Iberiko kurobuta no roosu katsu”.

Encontraron algo que les gustaba, decidieron abrir las puertas a su importación, las empresas españolas comenzaron a tener éxito y se vendía jamón serrano en cualquier supermercado, muchos restaurantes empezaron a ofrecer recetas que incluían jamón serrano y poco a poco fueron integrando el iberiko buta (イベリコ豚: cerdo ibérico) en recetas tradicionales japonesas; todo esto en apenas 2-3 años. Lo último que he visto es el jamón de «iberiko buta» producido en Japón, lo venden en el supermercado de debajo de mi casa y resulta que es más barato que el jamón de «iberko buta» de España que tienen en el estante de al lado. Miré la etiqueta, y efectivamente, es jamón de cerdos de Hokkaido alimentados con “beriota” (También han importando la palabra “bellota”). A partir de ahora las empresas españolas lo tendrán más complicado para exportar jamón serrano y embutidos en general a Japón, los japoneses han «copiado» y están empezando a producir sus propios «ibéricos».