De 300.000 euros a 3 millones de euros en 3 días, un chaval de 26 años

Un japonés de 26 años invirtió hace unos días 290.000 euros (33 millones de yenes) en futuros de petróleo y a los tres días de la inversión ha salido con 3 millones de euros en el bolsillo gracias a la subida del petróleo causada por el terremoto en Libya. Un golpe de suerte que cambiará su vida para siempre. Aunque en las noticias dicen que si se hubiera esperado unos días más habría conseguido llegar a los 10 o 20 millones de euros, el afortunado ha declarado orgulloso que prefiere no arriesgar y ha subido una foto de su libreta del banco a la red mostrando su saldo actual de 322 millones de yenes:

Petroleo

Fuente (Japonés): 2chblog

Máquina registradora de supermercado que maúlla

Es una máquina registradora de supermercado que en vez de hacer «beep» cada vez que pasa un producto por el escáner de codigos de barras emite un sonido de maullido de gato. Dicen que es más entretenido para los niños. Otra de las características de esta nueva máquina registradora es que no necesita un empleado para operar, son los propios clientes los que se tienen que encargar de pasar los productos a pagar por delante del escáner.

Vía Japanprobe.

Confesiones, Confessions, 告白

Confesiones (Confessions, 告白), de Tetsuya Nakashima fue la película japonesa nominada este año a los premios Óscar de este año. Es una película basada en la novela de Kanae Minato, uno de los libros más vendidos en Japón en el 2008.

Todavía no había visto la película hasta que me la recomendó el otro día mi hermano. Es un thriller psicológico en el que una profesora de instituto se convierte en una cruel asesina que quiere vengarse por la muerte de su hija. La película toca muchos problemas sociales bastante candentes en el Japón actual como el ijime (Bullying, acoso escolar), el sistema educativo japonés y el SIDA. Aunque muy diferente, me ha recordado en algunos aspectos a Battle Royale de Takeshi Kitano.

¡Muy recomendada!

Confesions

Japoneses durmiendo 13

Nueva edición de mi colección de fotos de japoneses durmiendo. Siempre, con todo mi cariño hacia los japoneses, yo también le he encontrado la gracia a eso de dormir en cualquier lado.

Sleeping japanese

Sleeping japanese

Sleeping japanese

Sleeping japanese

Sleeping japanese

Sleeping japanese

Sleeping japanese

Sleeping japanese
¿Quién me mando esta foto? ¡Es genial, gracias!

Sleeping japanese

Sleeping japanese

Sleeping japanese
Gracias a Roberto Perez por esta foto

Hacia un país de emisión 0

A finales de los años 70 las zonas urbanas de Kawasaki, Yokohama y Tokio sufrieron grandes problemas de polución debido a la rápida industrialización del país. Desde entonces son muchas las medidas que ha ido tomando el gobierno para controlar las emisiones de la tercera economía del mundo.

Por parte del gobierno, durante los dos últimos años, ha creado varios fondos verdes para promover tecnologías que reduzcan las emisiones y que a la vez ayuden a industrias de diversos sectores a salir de la crisis. Algunas de las medidas, han sido tan originales como animar a los japoneses a no vestir con corbata en verano, siendo el primer ministro japonés el primero en adoptar la medida apareciendo en actos oficiales sin corbata. Teóricamente se ahorra energía porque la corbata da calor y se tiende a poner el aire acondicionado a menor temperatura. La medida, considerada por muchos como absurda ha resultado ser muy efectiva, al menos para concienciar a los japoneses de que es importante no desperdiciar energía incluso en minucias como la temperatura del aire acondicionado.

Un ejemplo más serio, son los subsidios de entre 2.000 y 3.000 euros que animan a los ciudadanos a cambiar sus coches de más de 10 años por coches híbridos o eléctricos. Dos de los coches eléctricos que más se están vendiendo en Japón son el Mitsubishi i-MiEV y el Nissan LEAF. Son coches urbanos capaces de recorrer más de 150 kilómetros sin recargar. Se pueden recargar en casa enchufándolos a la red eléctrica pero el gobierno metropolitano de Tokio y Yokohama están ayudando a desarrollar infraestructura para instalar cargadores en gasolineras. Ya hay 200 gasolineras en Tokio y Yokohama que permiten recargar coches eléctricos. Para finales de año planean tener instalados más de 500 puntos de recarga en el área metropolitana de Tokio. Para los usuarios, el coste por kilómetro es menor que con coches de gasolina. Si hasta ahora Japón ha liderado la revolución de los coches híbridos, este año será recordado como el inicio de la producción en masa de coches eléctricos. Por ahora se están empezando a ver por las calles de Tokio, todavía no está planeada su exportación.

iMiev
El Mitsubishi i-MiEV es uno de los coches eléctricos más populares en Japón.

Por parte de las empresas, están casi todas aprovechando también las ayudas del gobierno y centrándose en crear productos que reduzcan las emisiones. Por ejemplo, todas las grandes de la electrónica ya están vendiendo televisiones con retroiluminación LED. También las bombillas en las casas japonesas están pasando progresivamente a ser LED. Panasonic, además de ofrecer productos concretos para reducir las emisiones, también ofrece soluciones integrales de emisión 0 para casas unifamiliares. La “eco-casa” de Panasonic funciona con energía eólica y solar, las paredes retienen calor en invierno y no dejan entrar el calor en verano, todos los electrodomésticos de la casa son de bajo consumo. Según Panasonic, una familia de cuatro personas puede vivir sin necesidad de conectar la casa a la red eléctrica convencional.

Japón es el mayor productor de células solares. Las japonesas Sharp y Kyocera tienen fábricas por todo el mundo produciendo los componentes fundamentales para construir centrales solares. En cuanto a la potencia solar instalada en Japón, hasta hace poco se consideraba un país algo retrasado hasta este año en el que ha llegado por fin a los 5.000 megavatios. Hasta ahora la mayoría de la energía renovable en las grandes ciudades japonesas era producida en incineradoras de basura, algo no muy bien visto por la comunidad internacional.

El país en el que se firmó el protocolo de Kioto, un país con muy pocos recursos naturales, que importa materia prima y exporta tecnología, afronta muchos retos para reducir sus emisiones durante los próximos años. Son muchos los esfuerzos, tanto por parte el gobierno con varios estímulos económicos de varios centenares de miles de millones de euros destinados exclusivamente al desarrollo y ejecución de tecnologías verdes, como por parte de las empresas que lo ven cada vez más como una oportunidad para renovar todos sus productos y reactivar el consumo.