Hace poco se dio un caso de gripe H1N1. En seguida se dio la voz de alarma y tuvimos que parar de trabajar todos al instante e ir al hospital a que hacernos pruebas para ver si algún otro empleado estaba infectado. Cuando volvimos a las oficinas, tuvimos que desinfectarnos las manos con alcohol en la entrada del edificio, tuvimos que hacer gárgaras con un líquido con gusto a betadine que se supone que ayuda a eliminar cualquier residuo de virus que se pueda haber adentrado en el área de la boca-garganta y tuvimos que ponernos mascarilla. Al entrar a nuestra sala nos encontramos a varias personas desinfectando todos los muebles, ordenadores, teléfonos, ventanas e incluso las paredes. También teníamos varios gadgets nuevos funcionando en la sala, el presidente compró urgentemente varios generadores de iones gigantescos con un botón especial que se supone que ayuda a limpiar el aire y matar virus.
Todos con mascarillas con media cara tapada, olor a desinfectantes y el «runrun» de los generadores de iones de fondo; ese fue el ambiente de trabajo durante algo más de una semana hasta que el presidente bajó los niveles de alarma y pudimos empezar a trabajar sin taparnos media cara.
A los ocho días volvió al trabajo la víctima de virus de la gripe. Nada más llegar, antes de que pudiéramos preguntarle qué tal estaba, nos hizo una reverencia a todos y a continuación nos dijo:
«Lo siento muchísimo por haberos causado grandes inconvenientes, problemas, molestias y por haberos tenido preocupados.»
Fijaos que desde su perspectiva, él NO es una víctima, él es el culpable de haber causado tantas molestias a la empresa: por no haber podido trabajar durante algo más de una semana y por hacernos ir a todos con mascarilla y por tenernos preocupados.
El parque para la frente era opcional, no se realmente cual es su propósito si no estás enfermo pero Yamamoto-san y Yamazaki-san lo llevaron puesto durante el trabajo durante toda la semana.
El líquido para hacer gárgaras.
Una secretaria desinfectando mi teclado.
Intentad buscar a alguien sin mascarilla.

Limpiándose las manos con alcohol.

Foto de cuando se extendió el pánico de la gripe porcina el año pasado.




