Después de tanto tiempo aquí he perdido la capacidad de sorprenderme ante la mayoría de detalles que el recién llegado a Japón siente fascinación. La rutina y movernos siempre por los mismos lugares hace que nosotros, los seres humanos, perdamos cierto instinto de curiosidad. Cuando conocemos el entorno en el que vivimos cada día bajamos la guardia y ya no sentimos que sea tan importante estar alerta a a lo que nos rodea. Por eso viajar es siempre refrescante, reactiva nuestro instinto explorador.
Me gusta luchar contra esta apatía de la rutina tokiota. Utilizo como herramienta la fotografía para intentar fijarme cada día en lo que me rodea buscando detalles nuevos en los que no me había fijado antes. Son cosillas que me hacen reflexionar, aprender algo nuevo o simplemente sonreír 🙂

Una farmacia con Sato-chan en la entrada.

¡Hazte cargo de la caca de tu perro!

Cartel con diez puntos a tener en cuenta en caso de terremoto. En el dibujo muestra uno de los más importantes. Cuidado si tienes una olla al fuego

Póster de los bomberos de Tokio

Promoción de tostadoras que dejan marcada una cara del pingüino mascota de las tarjetas Suica

En la entrada de hotel del amor
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Misterioso dispositivo que te ayuda a perder peso simplemente soplando

Parte de atrás, explicando como soplar para perder peso

En la entrada de un restaurante de Ramen

Edificio que tiene aspecto de abandonado pero que se sigue usando como tienda de partes de segunda mano para coches

Galletas de Gullón en una tienda de Shinjuku

Estantería con las galletas de Gullón 🙂

Otro póster de los bomberos de Tokio avisando a los ciudadanos que hay que tener instalados detectores de humo en casa.

El panel de anuncios está casi todo lleno de carteles sobre los peligros de los incendios en la ciudad

Un ejemplo de Japanglish en una camiseta

Añade luz LED a tu ducha

Pezones de silicona.