Una de las cosas que más me gustan de vivir en Tokyo es que aunque sea una de las urbes más pobladas del mundo si te alejas cinco minutos de cualquier estación de tren te adentras en lugares que te hacen pensar que estás en algún pequeño pueblo perdido en las montañas.
Esta foto está sacada a tres minutos caminando de esta otra foto el domingo pasado. Un niño jugando con la Nintendo DS en un parque.

Y si os fijáis al fondo hay una abuelita cuidando de unas plantas que crecen en el borde del parque.

Y si nos acercamos a la abuelita, ¡efectivamente! está cuidando del jardín público.

Volví a pasar por el parque cuatro horas más tarde. La abuelita seguía cuidando del jardín del parque pero el niño ya no estaba.


