
Edificio de Amazon Japan.
Fiesta del queso y el vino
Micko, al que conocí en la primera kdd blogger me invitó a la fiesta del «queso y el vino». Micko además de dedicarse a la traducción de manga resulta que es un crack tocando el acordeón e incluso tiene un álbum creado por él y varios colegas.
También tuve la oportunidad de conocer al mangaka Frédéric Boilet todo un personaje que animó la cena hasta el último minuto. La verdad es que solo he leído dos mangas de Frédéric y aunque me gusta su forma de dibujar las historias que cuenta si no has vivido nunca en Japón no puedes llegar a entenderlas plenamente.

Boilet explicando una de sus últimas creaciones

«La espinaca de Yukiko», uno de los mangas de Boilet. Según nos estuvo contando todo el proceso creativo lo realiza 100% con el ordenador.
Afición por los trenes
He hablando muchas veces de lo increíble que es la red ferroviaria japonesa que se extiende hasta los lugares más recónditos del país. Se puede ir casi a cualquier lugar en tren y la puntualidad que tienen es realmente increíble.
Toda esta cantidad de trenes que forman parte de la vida diaria de los japoneses ha hecho que aparezcan MUCHOS aficionados a los trenes. Se publican varias revistas sobre el tema, libros, catálogos con todos los modelos de la empresa tal o cual, figuritas coleccionables, simuladores y juegos para el ordenador/videoconsolas etc.

La sección de trenes en una papelería de Kyoto

La sección de trenes en una papelería de Kyoto

El Kyushu Shinkansen Train simulator compitiendo con Naruto
Kirai for president ;)
Mi amigo Alberto me comenta que compita con alguien digno.
Avión Pokémon despegando

Avión Pokémon despegando.
Roberto Marquino
Hace unos días tuve el honor de conocer en persona a Roberto Marquino. Un fotógrafo excelente que ha vivido miles de aventuras viajando por todo el mundo y tiene unas ganas increíbles de vivir y seguir haciendo lo que lo gusta a toda costa. Después de una cena en un garito debajo de unas vías del tren al más puro estilo Blade Runner estuvimos vagando y hablando durante varias horas por las calles de Tokyo.
Siguiendo los consejos de Roberto saqué este par de fotos. La primera me gusta bastante.
Y aunque resulte paradójico, Roberto Marquino aun siendo fotógrafo no se deja fotografiar 😉 así que nos tendremos que conformar con una foto de su cámara de fotos.

La Rolleiflex de Roberto
También os recomiendo que os paséis por su blog donde cuenta sus aventuras por el mundo.


