El lugar de retiro de los empleados de Sanyo securities

Una vez explorada la caja fuerte de Sanyo securities entramos en el edificio principal. Visitamos la cocina en la primera planta, un salón de actos y un comedor en la segunda planta y montones de habitaciones en la tercera planta. El salon comedor tiene vistas al Monte Fuji pero desde que las nubes lo cubrieron esta mañana no hay manera de volver a verle.

Aunque hay pocos objectos olvidados en las habitaciones, el ambiente en general nos recuerda bastante a al pueblo fantasma Nichitsu. En la cocina si que quedan bastantes cacharros pero en las habitaciones apenas se ve algún que otro futón viejo.

Una de las cosas que me gustan de los lugares abandonados es que la iluminación es ideal para hacer fotos. La luz tenue que entra por las ventanas sucias da mucho juego. Ahora estoy utilizando una Fujifilm X100 y una Nikon D800 con un objectivo 50mm F/1.2 manual.

Haikyo

Haikyo

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Haikyo

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Haikyo

Haikyo

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Haikyo

Haikyo
VER SADAKO EN GRANDE

Eso es todo sobre la exploración de haikyos de este verano, podéis ver un set con todas las fotos en Flickr.

Otras anotaciones de haikyos (Lugares abandonados en Japón):

La caja fuerte de un banco de inversión que quebró en 1997

Sanyo securities Company Limited fue un banco de inversión japonés fundado en 1910 que llegó a ser un de los más grandes del país a finales de los 80. Como consecuencia de la explosión de la burbuja terminó declarándose en bancarrota en 1997 y cerrando todas sus operaciones en 1999. En época de bonanza Sanyo securities tenía un lugar de retiro que podía ser utilizado por los casi 5.000 empleados que llegó a tener la empresa cuando quisieran pasar unos días de vacaciones junto al lago Yamanaka. Era un hotel solo para empleados.

Después de sacar fotos a la casa abandonada y de comer un filetón en un restaurante junto al lago llegamos con el coche a la entrada del lugar de retiro de los empleados de Sanyo Securities. Lleva más de 10 años abandonado y es lo único que queda de la empresa, el edificio de oficinas que tenían en Tokio ahora lo utiliza Sumitomo.

Detrás del edificio principal se ve la entrada de lo que fue una de las cajas fuertes del banco de inversión, probablemente fue utilizada para guardar oro. Da un poco de miedo pero allá que vamos.

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Llegamos al final del primer pasillo, aparte de estar el suelo mojado, es bastante fácil moverse. Hay una claraboya por la que entra bastante luz. Giramos a la izquierda y vemos la primera puerta de la caja fuerte. Está entornada, es enorme y con aspecto de muy pesada pero es fácil de abrir. A partir de esta primera puerta la oscuridad es absoluta, a mi el instinto me dice que no deberíamos seguir pero Carlos que es el más valiente comienza a avanzar ayudándose con el iPhone para iluminar.

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Dentro hay otra gran puerta que da acceso a lo que tiene pinta de ser la cámara principal. En la pared de esta sala hay varios símbolos (logotipos) de Sanyo securities que le dan un aspecto misterioso. Por alguna razón… ninguno de nosotros nos atrevemos a entrar en esta sala pero sacamos alguna foto desde la entrada.

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte

Caja Fuerte
Otra para la serie de fotos de Sadako.

Haikyo en el lago Kawaguchi

Se esconde el Monte Fuji y volvemos al coche a seguir bordeando el lago en busca de lugares abandonados (haikyo). Paramos junto a la carretera en el siguiente edificio que indicaba el mapa. Esta vez sí que es un edificio abandonado y parece tener fácil acceso a su interior, se ven algunas puertas abiertas desde fuera. Pero nada más salir del coche, vemos que en la primera planta se ven unas flores muy bien cuidadas cerca de un portal.

Nos acercamos y de repente sale una abuelita caminando desde el portal de las flores. Nos damos cuenta de que esta mujer vive en el edificio abandonado. Nos saluda con una sonrisa de desconfianza. Comenta el buen tiempo que hace hoy, asentimos diciendo que se está más fresquito que en Tokio junto a los lagos y sin más mediar nos dice que no podemos aparcar junto al edificio. Nos está echando de allí.

Cuando nos disponemos a subir al coche, un hombre con unas gafas de pasta enormes y con una placa con su nombre colgando de uno de los bolsillos del traje, aparece detrás de la vieja. Ella nos sigue hablando sin parar, esta vez diserta con orgullo sobre el árbol que da sombra al descampado que hemos elegido como aparcamiento. El hombre de las gafas parece que ha salido del mismo portal de las flores. A mi me da mala espina, ¡ahora nos va a tocas hablar con él!, y al contrario que la señora, no parece ser que sea una persona que sonría por compromiso, de hecho tiene cara de que lleva meses sin reírse.

Afortunadamente, el hombre ni siquiera nos mira, no nos dirige la palabra, es como si no existiéramos para él. Con las manos cruzadas por la espalda, ligeramente encorvado, lleva un cigarro atrapado entre sus labios que ya casi es colilla. El hombre pasa de largo, camina lento pero sin pausa. La señora nos sigue hablando sobre el árbol, sigue sonriendo, pero cada vez le cuesta más. Nosotros ya estamos dentro del coche casi cerrando las puertas.

Cuando arrancamos decide callarse, pero no deja de mirarnos. Ya no sonríe y nos mira inmóvil hasta que salimos a la carretera desapareciendo de su campo de visión. El hombre sigue caminando por el arcén de la carretera con la mirada perdida en en el horizonte. Nosotros le miramos de reojo por la ventanilla cuando le adelantamos, él nos sigue ignorando. Después de la alegría de ver el Monte Fuji, volvemos a quedarnos con mal sabor de boca después de este evento «murakamiano».

Dos curvas más allá, en la zona del bosque vemos lo que parece que fue la casa de algún ricachón.

Al contrario que el primer lugar que encontramos esta mañana, aquí parece que el acceso es sencillo, ¡aparcamos y a explorar el haikyo!

El Monte Fuji desde el lago Kawaguchi

Salimos con el coche desde Shinjuku a las seis de la mañana de camino a la zona de los lagos alrededor del Monte Fuji. El objetivo del día es sacar fotos de haikyos, parece ser que los lagos fueron una zona con mucho atractivo durante la época de la burbuja, se construyeron muchos hoteles, resorts, restaurantes y segundas casas de ricachones.

El primer destino que introducimos en el sistema de navegación del coche es el lago Kawaguchi. Enseguida el coche decide que la mejor forma de llegar es yendo por la autopista Chuo, una de las autopistas elevadas que cruzan Tokio. Son tan solo 120 kilómetros pero al ser sábado, ya se ha formado atasco para salir de la ciudad. Hasta la salida de Hachioji el tráfico es denso y tardamos dos horas, desde Hachioji hasta el lago el tráfico es más fluido y salimos de la autopista a la carretera nacional 138 sobre las nueve de la mañana.

Ya no nos queda casi nada para llegar, pasamos por delante del parque de atracciones de montañas rusas Fuji-Q, Carlos mira al horizonte y me dice:

«¿Eso que se esconde entre las nubes parece el Monte Fuji no?»

Miro de reojo por la ventana y respondo:

«Si dudas si es el Monte Fuji o no, seguramente no sea el Monte Fuji.»

Cruzamos un puente que nos lleva al lado norte del lago y aparcamos junto a un edificio con aspecto de abandonado. Damos un paseo alrededor de lo que parece que fue una especie de hotel o pensión pero parece que no se puede entrar. Aun siendo verano, la zona está rodeada de praderas verdes. Al horizonte se ve una casita que parece salida de Heidi.

Volvemos al coche y comenzamos a dar la vuelta al lago siguiendo por la carretera del norte. Paramos a mitad de camino para intentar encontrar otro hotel abandonado pero parece ser que lo han derribado y ya no está donde se supone que debía de estar. Por ahora no estamos teniendo suerte en nuestra caza de haikyos. Estamos otra vez en el coche dispuestos a seguir buscando, pero cuando nos íbamos a arrancar…

de repente, el Monte Fuji se asoma tímido pero imponente entre las nubes cambiando la suerte del día. Salimos corriendo del coche, nos acercamos a la orilla del lago y le sacamos fotos.

No llega a verse entero en ningún momento y pasan tan solo cinco minutos antes de que las nubes vuelvan a cubrirle casi por completo. Pero es suficiente, poder ver el Monte Fuji desde tan cerca en verano no es nada fácil, estamos más que contentos con lo que hemos visto de él y con las fotos que hemos capturado. Seguramente no lo volvamos a ver durante el resto el día… ¿o quizás sí?


Foto tomada por CaDs


Foto tomada por CaDs


Foto tomada por @GamiSatoko

Webcam en el lago Kawaguchi-ko en el que se puede comprobar si se puede ver el Monte fuji en tiempo real: webcam en Kawaguchi-ko.

Mapa de la zona de los lagos: Mapa de los lagos

Exposición de fotos de chicas Evangelion

Genial esta exposición con fotos de idols haciendo cosplay de Evangelion. La exposición fue en el Seibu de Ikebukuro donde cada vez se celebran más eventos relacionados con el mundo del anime y el manga. Desde el 15 de agosto hasta el 21 se podrá ver en el Daimaru Shinbashi en Osaka.

La chica que hace de Ayanami Rei es la idol Kawashima Umika, que con menos de 20 años es cantante, modelo y actriz. ¿Sois más de Ayanami Rei o de Asuka?

Fotos de Tokyo Hive y Otakumode.

Un par de maletas despistadas

Cuando alguien japonés me pide consejos antes de ir de viaje a España, lo primero que le digo es que vigile en todo momento sus pertenencias, que no deje la cartera encima de la mesa en restaurantes y cafeterías, que lleve una mochila bien cerrada etc.

Aquí estamos «mal» acostumbrados, fijaos por ejemplo en la primera foto. La maleta y la bolsa son del hombre que está cenando dentro del restaurante.

Más ejemplos sobre la seguridad en Japón.