¿Cómo estás?

Siempre se me ha hecho difícil responder a la pregunta «¿Qué tal estás?». No se me da bien tener conversaciones que en inglés son conocidas como «small talk» y que nosotros quizás podríamos etiquetar como «conversación de ascensor». Son esas conversaciones para romper el hielo con otra persona, que a veces no van más allá de uno o dos minutos.

El otro día paseando por Yotsuya a primera hora de la mañana en un callejón solitario se me acercó un hombre de edad avanzada y me hizo la pregunta: «元気ですか?» (Cómo estás).

Sorprendido, no es normal que un desconocido te dirija la palabra en Tokio, respondí: «元気です!» (Bien). A lo que respondió: «いい天気ですね” (Hace buen tiempo) y al mismo tiempo hizo un gesto con el brazo queriendo darme la mano. Yo le dije: «コロナだから危険ですね。。。» (Mejor no darnos la mano por el corona). Respondió: «そうですね!» (Tienes razón).

Sonreímos con los ojos porque nuestras bocas están tapadas e intuitivamente nos coordinamos para chocar nuestros codos y a continuación cada uno seguimos cada uno con nuestro paseo.

Es una chorrada pero esta interacción me alegró la mañana.

Foto de mi paseo en el que pasé por Yotsuya

Sospecho que no soy el único. Este año se nos hace difícil a todos responder a la pregunta «¿Qué tal estás?».

Mi respuesta estándar es: «Bien, sigo con rutina aquí en Tokio y seguimos con las alertas del covid-19, hace buen tiempo hoy». A veces lo que hago es girar las tornas la más rápido posible, respondiendo: «Bien, ¿Qué tal tú?». Cuando hago esto noto cierto silencio, no solo soy yo, a todo el mundo se le hace difícil responder al temido «¿Cómo estás?», sin saber muy bien si mencionar el virus o no.

Es como si estuviéramos forzados de alguna forma a comentar cómo va el covid-19 tal que si fueran los resultados de un partido de fútbol.

Un gato que me encontré al que parece no afectarle nada de lo que sucede en el mundo

Hablar del tiempo siempre me pareció aburrido, pero cada vez más me parece la mejor opción porque sirve para aliviar y crear un espacio común en la mente y el corazón de ambas personas y empezar a hablar de otras cosas.

Al tener todos vidas más monótonas de lo normal, con poca vida social, trabajando desde casa y sin viajar ni moverse, no hay muchas cosas interesantes de las que hablar. Aunque hablar del buen o mal tiempo que hace donde estamos sirve para empezar la conversación pero a mí lo que más me gusta es filosofar y saltar cuanto antes a lo que yo llamo en inglés «deep talk» (conversación profunda) comentando los últimos libros leídos o de las últimas tendencias en la industria tecnológica.

Lo peor claro, es cuando haces la pregunta y al otro lado las cosas no van bien del todo, algo que desafortunadamente me ha pasado ya varias veces este año en relación al covid-19. Amigos y conocidos me han dejado este año por culpa del covid-19.

Es importante preguntar el «¿Cómo estás?».
Nunca se sabe cuando será la última vez.

Con mucho cariño a todos los que me leéis, sea cual sea la respuesta:
¿Qué tal estás hoy?
Com estàs?
How are you?
元気ですか?
😉

10 respuestas a «¿Cómo estás?»

  1. Yo estoy bien, pero los días a veces son muy monótonos y con las restricciones que hay donde yo vivo, se le quitan a uno las ganas de salir a la calle a menudo. Está siendo un año muy raro.

  2. Estamos todos bien, un poco despistados por todo lo que conlleva convivir con el corona pero bien, sinceramente con esperanzas puestas en el 2021, aunque solo sea para poder dejar atrás algunas de las restricciones que tenemos ahora en España, todo lo bueno será bienvenido, pero por favor nada mas de malo!!

  3. El «¿cómo estás?» siempre ha estado ahí. Si lo hemos hecho «small talk» es porque hemos querido, pero su función para acercar al otro siempre estuvo ahí.
    Cuando alguien lo pregunta de manera genuina, sobre todo si es desconocido, me esfuerzo en ser educado y dar una respuesta genuina no automática porque si se acerca con intenciones de conocerte mejor hay que ser muy respetuoso

  4. Excelente, agradecido y bendecido por la vida.
    El ¿cómo estás? Debe suponer tu disposición de cara al presente con visión en el mañana y sobre todo, agradecer.
    Comúnmente, solemos darle vuelta a la pregunta y se va a lo negativo que pasa por eso, cuesta responder.
    A la próxima sólo agradece y da tú mejor versión. El otro lo agradecerá.

  5. Buenas tardes, Héctor.

    Por aquí bien, muchas gracias. Me ha gustado mucho leer esta entrada.
    Me alegra saber que estás bien. Mucho ánimo en estos tiempos raros.

    Un abrazo

  6. Por ahora bien, es lo que tiene la incertidumbre de estos tiempos.
    Veo que tú consigues seguir con tu vida, aunque sea sin moverse mucho, y me alegro por ello.
    Estoy con Antonio, si el que pregunta es alguien con quien no tengo mucho trato, o un desconocido, procuro evitar las respuestas genéricas y dar una respuesta un poco elaborada sobre mi situación en ese momento.
    Siempre me resultan interesantes tus publicaciones. Me conectan un poco con Japón, del que tengo muy buenos recuerdos.

  7. Bien, gracias. Realmente no me puedo quejar: tengo techo, trabajo, seres queridos y un plato que ponerme a la mesa todos los días ^_^. Espero que tú (y el resto de lectores) también.

    Puede sonar un poco bestia pero, a veces, cuando nos preguntan qué tal estamos, solemos tender a quejarnos, a contar lo negativo, o todo lo contrario: a contar qué genial es nuestro día sin pensar que quien nos pregunta pueda no tener un día tan bueno.

    Resumiendo: aunque este año seguramente haya sido peor que el anterior para muchos, realmente no podemos decir que estamos mal si tenemos lo básico. Hasta hace muy pocos años, tenerlo era la máxima felicidad a la que la mayoría podía aspirar. Siempre hay que tener aspiraciones, y cumplir las que se puedan, por supuesto, pero podemos ser felices con lo tenemos. Mucho ánimo para los que les falte algo importante.

    ¡Buen día!

  8. Yo estoy un poco dividido con este tema. Por una parte, la rutina me da paz y tranquilidad (como a los bebes 😉 Por otra, echo de menos viajar (congresos, visitas a colegas, de vacaciones, etc). He pasado de hacer 10-15 viajes al año (1 o 2 a Japón, por cierto) a cero. Bueno, ya vendrán tiempos mejores. 2020 es solo un paréntesis, al menos para nosotros y los nuestros. Somos afortunados.

    Espero que la cosa mejore pronto. Ánimo, ya queda menos!

Los comentarios están cerrados.