La cápsula del Stardust aterriza

Hoy veremos por los medios que ya ha llegado la cápsula de la misión Stardust después de recoger muestras de el cometa Wild 2.

Stardust
Llegada de la cápsula hace unas horas.

Una de las cosas más interesantes de esta misión es el uso del aerogel para atrapar las minúsculas partículas del cometa. El aerogel es uno de los materiales sólidos menos densos que existen, y ya hablé de él hace casi dos años. Por cierto, en el Museo de la Ciencia de Barcelona hay un panel con muestras de aerogel.

Stardust
Un trozo de aerogel, el mismo material en el que vendrán atrapadas las partículas del cometa Wild 2.

Ya tenemos las partículas de polvo en nuestro planeta, pero la cantidad de datos a analizar en esta misión es enorme por lo que se ha iniciado una iniciativa @home. De esta forma podréis usar vuestros ordenadores para analizar las partículas de un cometa que podrían darnos respuestas sobre el origen exacto de nuestro Sistema Solar.

Pangrama perfecto

Un pangrama es un texto que usa todas las letras del alfabeto, esto no se muy complicado ya que seguramente cualquier libro lo cumpla, la gracia está en conseguirlo usando un texto lo más corto posible. Por ejemplo, se suelen usan pangramas bastante cortos para mostrar fuentes tipográficas, quizás el que más nos suene sea: «El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi. La cigüeña tocaba el saxofón detrás del palenque de paja».

Lo más difícil de conseguir es un pangrama perfecto, aquel en el que se usan todos los carácteres del alftabeto una única vez, algo que creo que en español es prácticamente imposible. En japonés si existe un pangrama perfecto, se trata del poema Iroha, escrito hace más de mil años. En él se utilizan todos los carácteres de uno de los tres alfabetos japoneses, el hiragana:

いろはにほへと
 ちりぬるを
わかよたれそ
 つねならむ
うゐのおくやま
 けふこえて
あさきゆめみし
 ゑひもせす – Iroha, un pangrama perfecto japonés.

Algo que no tiene mucho que ver con los pangramas pero quizás tenga la misma naturaleza «recursiva» es un típico problema de programación que consiste en crear un programa que imprima por pantalla el propio código fuente del programa. Una de las soluciones más directas es la que propone Ken Thomson a continuación pero la gracia, al igual que en el caso de los pangramas, consiste en escribir el mínimo código posible obteniendo los mismos resultados.

Pangrama
Ken Thomson Classic of the month.