Cosas que me pasaron hoy y que probablemente sólo me importen a mi

Hoy tenía que hacer papeles en el ayuntamiento de Shibuya (En Tokyo cada distrito tiene un ayuntamiento, y todos ellos dependen del Tocho), así que madrugué para ir pronto y quitarme los trámites de encima cuanto antes. Ducha, desayuno, salgo a la calle, Sol, cielo azul, graznar de los cuervos. Bordeo el parque de Yoyogi con la bicicleta, paso por delante de las oficinas principales de la televisión nacional NHK donde veo como entra Takeshi Kitano a trabajar y por fin llego al ayuntamiento de Shibuya.

El problema es que llegué a las 8:10h, 20 minutos antes de que abran las puertas al público. Pero de repente, se acercó una mujer que me dijo amablemente que no abrían hasta las 8:30h pero que podía pasar dentro del edificio y sentarme a esperar. Abrió para mi una puerta trasera y entramos dentro donde me senté a esperar. Pero nuevamente, se acercó otro señor a preguntarme qué era lo que había venido a hacer al ayuntamiento. Cuando le contesté, me dijo con una sonrisa que nos podíamos poner manos a la obra aunque aún estuviera todo cerrado al público. El hombre me lo solución todo en poco más de 10 minutos, y a las 8:25h, estando el ayuntamiento todavía cerrado salía yo con todos mis trámites analógicos solucionados, ¡Maravilloso! Justo salía yo por la puerta cuando entraba a trabajar el alcalde, que me saludó con una reverencia.

Bajé hasta el cruce de shibuya, aparqué la bicicleta y caminé hasta la puerta de las oficinas del banco «Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ» en Shibuya (Unas de las más grandes de Japón). Nuevamente ¡llegué antes de tiempo! pero esta vez nadie me dejó entrar antes de tiempo, se ve que la seguridad de los bancos es mucho mayor que la del ayuntamiento 😉 Me puse a esperar de pie junto a una enorme puerta metálica. Era el primero pero justo tres minutos antes de las 9 se pusieron tres personas más detrás de mi a esperar. Había un reloj junto a la puerta, cuando 8:59 y 20 segundos la puerta empezó a elevarse muy poco a poco. Cuando se había elevado unos 20 centímetros empecé a entrever los zapatos de tacón de dos chicas, y poco a poco se fueron vislumbrando el resto de sus piernas. Cuando la puerta se abría hasta la cintura de ambas chicas vi que detrás de ellas había aún más personas, todas ellas alineadas esperando a que se abriera la puerta y recibir a los primeros clientes del día.

La puerta se abrió del todo dejando ver las caras de 18 personas, todas ellas alineadas en dos columnas y mirando al frente con la mirada perdida como si fueran soldados. Transcurrieron dos segundos tensos, en los que estaba yo justo enfrente de todos ellos, mirándolos con ojos incrédulos. Después de esos dos segundos el reloj marcó las 9:00h y los 18 empleados del banco nos hicieron una reverencia de 90 grados a los tres clientes que estábamos esperando Una de las chicas que estaba en primera fila me preguntó que había venido a hacer, me atendió y ¡a las 9:10h salí del banco con todo solucionado y de camino a trabajar!

Después de comer en un restaurante coreano, fuimos varios compañeros de trabajo a tomar café cerca de Ebisu donde muelen el café delante de los clientes. No me gusta el café, creo que es porque realmente todavía no he aprendido a apreciar su sabor, casi siempre me suelo pedir pedir un té en vez de café. Esta vez me animé con café y la verdad es que estaba incluso bueno el café «japonés» que me preparó el amo de la cafetería con toda la calma del mundo. Terminamos y cuando fuimos a pagar el dependiente de la cafetería nos dijo que no hacía falta que pagáramos, nos dijo que un señor mayor con bigote había pagado por nosotros. Resulta que ese señor con bigote había pasado por la acera junto a la cafetería y nos había visto tomando el café, entró en la cafetería sin que nos diéramos cuenta, pagó nuestros cafés y se fue sin decir nada. En nuestra empresa sólo hay un señor con bigote, es el vicepresidente de nuestro holding japonés, es también uno de los mayores inversores japoneses en Twitter en Japón y también en Twitter en Estados Unidos. ¿Qué os parece la forma de invitar a café a la japonesa?

Terminé rápido de trabajar y fui al gimnasio un rato. Mientras hacía ejercicio me fijé en un hombre con unas pintas un tanto rocambolescas que también estaba entrenando. Le conozco porque suele ponerse a leer manga en voz alta junto a la estación de Shimokitazawa. Juntó a él me fijé en una chica esbelta haciendo estiramientos. Terminé de hacer ejercicio y salí de camino al supermercado a hacer la compra del día. En la caja, la chica que estaba delante de mi me saludó, era una koreana que trabaja en un restaurante al que suelo ir los fines de semana a que me preparen un obento para comer en casa, me preguntó si me pasaría este fin de semana también. Salí del supermercado y cuando estaba a dos calles de mi casa vi como se acercaba hacia mí la chica esbelta del gimnasio que también iba en bicicleta. Fue un instante, cruzamos miradas y nos sonreímos mutuamente con complicidad.

No se porqué, hoy después de muchos años, sentí por primera vez, que en una megalópolis de varias decenas de millones de habitantes también me puedo sentir como si estuviera en un pequeño pueblo.

Una de fotos varias tokiotas

Con el paso del tiempo creo que he perdido un poco mi capacidad para sorprenderme al pasearme por territorio japonés. Para evitar seguir perdiendo esa capacidad para sorprenderme intento mantener mi curiosidad viva cada día preguntando, aprendiendo, leyendo y sacando fotos de lo que veo y que me llama la atención. A continuación una serie de fotos totalmente aleatorias de pequeños detalles tokiotas que activaron mi curiosidad. ¿Aquellos que hayáis venido de viaje a Japón, qué es lo que más os llamó la atención al principio, de qué sacasteis más fotos? ¿Aquellos que llevéis un tiempo aquí, qué es lo que os sigue sorprendiendo cada día?

Bate
Un hombre practicando con un bate de béisbol (Sin pelota) en una calle residencial.

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Un Starbucks en un edificio viejuno y feo en Asakusa.

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Dos monjas paseándose por Ichigaya

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Anuncio del nuevo Super Mario Bros Wii

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Corredores invidentes en Yoyogi junto a sus guías.

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Un rincón en Shimokitazawa

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Libros apilados en la calle esperando a que venga el camión de la basura.

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Un Mac de segunda mano en Akihabara

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Reparando una máquina en la entrada del metro.

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Me gusta el kanji de la izquierda.

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¡Hay más de 7!

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Bebida refrescante de Ultraman.

Daikanyama
Palmera artificial en Daikanyama

Anuncio humano VS cartón con forma humanoide

Aunque se ve en cualquier lugar del mundo en Japón es bastante exagerado hasta qué punto se utilizan a personas para estar simplemente sosteniendo un cartel/anuncio en la calle. En esta foto me gusta el contraste entre la chica del fondo aguantando pacientemente un anuncio de un proveedor de internet y la figura de cartón en primer plano del humorista Sekai no Nabeatsu anunciando un juego de la Nintendo DS de la serie Made in Wario. ¿Qué tipo de anuncio preferís?

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Para los que no conozcáis a Sekai no Nabeatsu, nada mejor que este vídeo de Ale/Pepino imitando uno de sus gags más populares en nuestro idioma.

Los andares de las japonesas – Uchimata

No todas, pero muchas chicas japonesas suelen caminar apuntando con los pies hacia adentro. A veces se ven casos exagerados como estos de los vídeos que sorprenden mucho a los turistas extranjeros:

«Uchimata» es el nombre de una de las técnicas más utilizadas en el judo y es también la palabra utilizada para la posición de las piernas en la que las puntas de los pies apuntan hacia adentro.

Las teorías sobre porqué caminan así son muy variadas: algunas acusan a la dieta japonesa por ser baja en calcio y proteínas; otras teorizan que es algo genético, que el esqueleto de la mujer japonesa tiene tendencia a tener las piernas cortas y la constitución de la cadera es diferente, la posición uchimata es algo natural para ellas. Otra de las teorías dice que cuando caminas vistiendo un kimono es mucho más fácil avanzar adoptando la posición uchimata y, aunque ya no se utilicen kimonos a diario, la forma de caminar ha quedado grabada a fuego en el subconsciente de la mujer japonesa, otras dicen que según los estándares de belleza japoneses una mujer resulta más atractiva si al sentarse adopta la posición uchimata.

La más aceptada es que es una deformación consecuencia de la posición en la que se suelen sentar las chicas en el suelo, los hombres también se sientan en el suelo desde pequeños, pero adoptan posiciones diferentes. Es decir, la costumbre de hacer vida en el suelo es posiblemente una de las causas de la uchimata.


Foto extraída de mi nuevo libro Momentos

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